Para Uruguay, la gran satisfacción en esta fecha de clausura de la temporada continental, corrió por cuenta de Rodrigo Zeballos y Sebastián Dotta, que lograron el campeonato sudamericano en la categoría RC2N tras una ardua lucha contra el boliviano Roberto Saba y el argentino Claudio Ocampo, quienes en ningún momento bajaron los brazos, peleando hasta el final, lo que jerarquiza aún más la obtención del cetro continental por parte del binomio uruguayo.
El binomio compatriota comenzó el rally con una enorme presión y ansiedad sin dudas, porque se jugaba todo el esfuerzo de un año en las sierras minuanas.
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Pero no era solamente a nivel del certamen Codasur, sino también en el plano local, donde también tenían posibilidades de coronarse como campeones del certamen Absoluto y del correspondiente a la categoría RC2N.
Un rally de trámite y final inolvidable para Zeballos y Dotta, en el que comenzaron liderando las acciones durante la primera jornada, hasta que sobre el final de la etapa del día sábado quedaban segundos por detrás de Santiago Cigliuti y Wilson Correa, a medio segundo de diferencia. En el tercer lugar se ubicaban Gabriel Beltrán y Andrés Fripp, a 17 segundos de los líderes.
Entre estos tres binomios estaba la definición de los campeonatos nacionales. En referencia al Sudamericano, Saba y Ocampo iban quedando rezagados, a más de un minuto de Zeballos y Dotta.
Las posibilidades de quedarse con la corona continental se acrecentaban, pero tampoco querían perder de vista la lucha por el campeonato nacional.
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Al iniciarse la segunda etapa, Cigliuti y Correa aumentaban su ventaja a 11 segundos, pero a su vez Zeballos y Dotta se despegaban de Beltrán y Fripp que quedaban a más de 40 segundos.
Saba y Ocampo seguían en carrera, pero era claramente visible que ya estaban resignados a no poder plantearle lucha a Zeballos y Dotta por el cetro continental. Simplemente trataban de llegar al final esperando que a sus rivales les surgiera algún inconveniente que les posibilitara tener una opción en la lucha por el título.
En la segunda prueba especial del domingo Zeballos y Dotta recuperaban la posición de privilegio, con Cigliuti y Correa a 10 segundos y Beltrán y Fripp a casi un minuto de diferencia.
Las diferencias siguieron aumentando. Zeballos y Dotta aumentaban cada vez más su esperanza de consagrarse campeones. Cada acelerada los acercaba a la corona.
Cigliuti y Correa abandonaban. Beltrán y Fripp quedaban en la segunda posición, pero sin posibilidades de poder discutir la primacía, estando a más de un minuto de los líderes.
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Con dos tramos por disputar, prácticamente la conquista de los respectivos títulos estaba sentenciada.
Dos tramos que se hicieron interminables, quizás y sin quizás, los más “largos2 que le tocó disputar en la temporada a Zeballos y Dotta.
El público acompañaba en gran forma, dándole fuerzas y apoyo en cada sector de los distintos tramos del rally. El final sentenció la victoria de Zeballos y Dotta. Claro que no fue una victoria más, fue absolutamente distinta, diferente, más emotiva, esperada y ansiada que nunca.
Al final del “Penitente” los esperaba la gloria mayor. Esa gloria con la que se habían ilusionado y que estaba ahí, al alcance de la mano. Esa gloria con la que, tal como lo expresara el “Coco” Zeballos, había soñado en tantas ocasiones y ahora podía conquistarla.
La victoria en este XXIII Rally del Atlántico sentenció la conquista del certamen sudamericano en la categoría RC2N, del certamen nacional Absoluto y del de la categoría RC2N nacional.
Mejor cosecha, imposible. Un éxito que el “Coco” se apresura a reconocer que es para compartir con mucha gente, con su familia, con su equipo, con sus auspiciantes, con todos aquellos que lo apoyaron en distintos momentos de su carrera y a quienes hoy les dedica esta conquista.
Beltrán y Fripp finalizaron segundos. Nunca bajaron los brazos, lucharon hasta el final y fueron dignísimos rivales. El tercer lugar en el Atlántico fue para los reaparecidos Enrique Pereira y Antonio Piñeiro, quienes se dieron el gran guso de llegar al final.