El certamen mundial de rally está inaugurando una nueva etapa en su atractiva historia, con la adopción de un nuevo reglamento, nuevos autos, importantes novedades de pilotos y el regreso en forma oficial de dos exitosas marcas: Citroën y Toyota.
Los cambios realizados apuntan a jerarquizar la disputa del certamen, con autos más potentes y livianos, con una notoria evolución técnica y estética, todo lo cual intentará recuperar la competitividad y la atracción perdidas, dándole mayor atracción y paridad al campeonato mundial que está pegando su primera acelerada 2017 con el Rally de Montecarlo.
Se ha tratado, desde el punto de vista estético, que los autos sean más “agresivos”, con diseños más radicales, nuevo conceptos y una lejana semejanza con los “monstruos” del desaparecido Grupo B que supieron tener en vilo a los aficionados en la década de 1980.
La desaparición del Grupo B estuvo íntimamente ligada a la poca seguridad que tenían aquellos autos, lo que llevó a que acontecieran varios siniestros mortales.
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Por eso, ahora las autoridades han reflejado su preocupación en la materia, mejorando las muy buenas medidas de seguridad que ya han tenido los autos de rally en los últimos años.
Para esta temporada se han abocado a mejorar la parte de seguridad referida a los impactos laterales, incrementando la cantidad de espuma en los costados de los autos, la cual ahora es de 90 litros.
Esto no ha incidido mayormente en el peso total de los autos, que este año serán 25 kilos más livianos que el año pasado.
En referencia a las motorizaciones de los bólidos, no han variado básicamente, manteniéndose los impulsores turbo alimentados de 1.6 litros de cilindrada.
El principal cambio radica en la medida de la brida de admisión, que ahora tiene un diámetro mayor, con 36 milímetros en lugar de los 33 autorizados por el reglamento técnico anterior.
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Esto modifica notoriamente el ingreso de aire, provocando un incremento de potencia, permitiendo que a partir de ahora los motores eroguen 380 CV.
A eso hay que sumarle importantes cambios en el sistema de transmisión. A los dos habituales diferenciales mecánicos ubicados en el eje delantero y trasero respectivamente, se les suma ahora uno electrónico central.
En referencia al aspecto aerodinámico, se han producido importantes cambios. Los autos de rally ahora cuentan con varios elementos que van a provocar una mayor carga aerodinámica, como alerones de gran tamaño, deflectores y difusores traseros. Claro que esto también va a provocar algunos cambios en la manera de conducir de varios pilotos.
Porque hay que tener en cuenta que todos esos elementos funcionan perfectamente en un circuito, pero el rally se disputa sobre superficies desparejas, con baches, cunetas, cordones, saltos, etc.
Por eso, cualquier roce o golpe, puede dañar alguno de los nuevos elementos aerodinámicos, con los lógicos perjuicios que eso puede ocasionar.
Habrá que ver cómo funcionan y cuanto duran en los enormes y tradicionales saltos de algunas competencias como Suecia, México o Finlandia