De la planta de producción ubicada en Puebla, México, salió el último ejemplar del VW Beetle, el sucesor de la dinastía del “fusca”, “escarabajo” o “vocho”, que son algunos de los nombres con los que se ha designado a lo largo de su prolongada y exitosa trayectoria al popular vehículo creado en Alemania por el prolífico diseñador Ferdinand Porsche en la década de los años 30.
De esta manera, el “auto del pueblo”, tal la denominación original del proyecto en plena Alemania de preguerra, ha dicho adiós al mercado mundial, un mercado en el que ha marcado su trayectoria con caracteres muy destacados e inigualables en muchos aspectos.
El escarabajo original surgió del proyecto desarrollado por el ingeniero alemán en 1931, con su Porsche Tipo 12, modelo que su creador había denominado “Auto fur Jedermann” que significa “el coche para todos”.
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En 1933, Adolf Hitler le encargó a Porsche el diseño de un auto para el pueblo y de ahí surgió el mítico nombre Volkswagen.
Las primeras unidades del “Käfer” (escarabajo en alemán), salieron a la venta en 1938 y durante la segunda guerra mundial la producción se detuvo para dar paso a la fabricación de vehículos militares. El “fusca” volvió lentamente a la línea de producción en Wolfsburg luego de la guerra y en 1947 comenzó su exportación, iniciándose a Holanda, para seguir luego a distintos países, llegando al continente americano en 1949.
Lo demás, es historia bastante conocida. A lo largo de su exitosa trayectoria el popular “escarabajo” tuvo varias actualizaciones y el último ejemplar del apreciado “vocho” también salió de la planta de Puebla en el año 2003.
En total se produjeron más de 21 millones de unidades del exitoso “fusca”, a las que hay que sumarle casi dos millones más del Beetle.
El Beetle, sucesor del “fusca” fue presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Detroit de 1994. Pero para el público, nunca llegó a ser lo mismo que el modelo original, porque evidentemente no era “el auto del pueblo”, porque estaba destinado a un segmento más alto, con mayor equipamiento, prestaciones y, muy especialmente, un precio más alto. Estos fueron los factores que fueron llevando paulatinamente a la caída de ventas del Beetle, lo que originó que la empresa comenzara a estudiar la posibilidad de dejar de producirlo definitivamente, anunciándose en 2017 el final de su fabricación.
Poco tiempo atrás, Volkswagen México puso a la venta la última partida del Beetle, en una edición especial, la cual consta de solamente 65 unidades, en clara alusión a los 65 años de producción del “vocho” en territorio mexicano.
La despedida del último Beetle no estuvo exenta de espectacularidad y también de emoción. Una banda de mariachis acompañó la salida de la línea de producción de la última unidad, que estaba pintada de azul, la que pasará a formar parte del Museo Volkswagen en Puebla.
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Los empleados de la fábrica despidieron a lo grande al Beetle. Todos lucían remeras con la inscripción “Gracias Beetle”, las mismas palabras que estaban en el arco ubicado a la salida de la línea de montaje, desde donde el vehículo transitó unos metros hasta ubicarse en una plataforma de exhibición.
Se cierra de esta manera una muy especial etapa en la vida de Volkswagen, que con este icónico, popular y exitoso modelo, marcó un hito en la historia de la industria automotriz mundial.
La fabricación del Beetle en la planta de Puebla será sustituida por la de un nuevo SUV compacto, denominado Tarek, el que en principio estará destinado para el mercado estadounidense.
