Las tres jornadas de test que realizó la Fórmula Uno en Bahréin contaron, como atracción extra, con el regreso de Fernando Alonso a la máxima categoría.
El asturiano, que fue campeón del mundo en 2005 y 2006 con el equipo Renault, marcó su retorno a la marca con la que conquistó los dos títulos, pero que ahora, por disposición del Groupe Renault, ha decidido denominar a su equipo como Alpine F1 Team, decisión ésta que ha tenido como origen una simple acción de marketing y de posicionamiento de la marca deportiva francesa.
El piloto español utilizó las dos tandas del día sábado, más una tanda del domingo, completando 206 vueltas, dejando buenas sensaciones y mostrándose satisfecho con lo realizado.
Como prueba, el mejor tiempo del fin de semana fue el de Max Verstappen (Red Bull) con 1’28”960 y el de Alonso fue de 1’30”218. El otro piloto de Alpine, Esteban Ocon, marcó su mejor tiempo en 1’31”146.
Hay que tener en cuenta que el mejor tiempo del asturiano (que quedó en décimo lugar) fue logrado con neumáticos de compuesto blando, de característica C4, mientras que de esos nueve pilotos que lo precedieron, cinco utilizaron neumáticos C5, que emplean un compuesto más blando, por lo que eso deja un margen de expectativa con respecto a sensible mejora para cuando sea el momento de clasificar utilizando todos el mismo compuesto de neumáticos.
También hay que tener en cuenta que los actuales autos de Fórmula Uno difieren bastante de los que utilizó Alonso cuando se retiró de la categoría en 2018 y, como es sabido, todo lo nuevo lleva un tiempo de adaptación, el que en el caso del asturiano, parece ser bastante corto. Por eso, este regreso puede calificarse como bien positivo.
Foto: AFP.