Luego de haber estado seis temporadas en la Scuderia Ferrari, las que transitó con más pena que gloria, Sebastian Vettel llegó este año al novel equipo Aston Martin (ex Racing Point), con toda la ilusión de recuperar la competitividad necesaria que le permita retornar a los primeros planos de la Fórmula Uno.
A pesar de sus grandes ilusiones y su renovada esperanza, el tetra campeón del mundo no tuvo el estreno al que aspiraba con su nuevo equipo a lo largo del fin de semana de test que la categoría desarrolló en el Circuito Internacional de Sakhir, en Bahrein.
Y no fue por falta de voluntad ni porque haya perdido buena parte de sus dotes conductivas, sino que los inconvenientes que sufrió Aston Martin a lo largo del fin de semana complicaron el programa de actividades, perjudicando de esa manera al alemán.
Vettel tuvo tres tandas de pruebas, pero, lamentablemente para sus intereses, la escasa fiabilidad de su auto le jugó una muy mala pasada, lo cual decepcionó al piloto germano.
Aston Martin utiliza (además de otros elementos) la unidad de potencia y la caja de cambios Mercedes, las cuales tuvieron varias fallas, incluso también en el equipo oficial.
Por esta causa, Vettel fue el piloto que menos vueltas pudo dar, solamente 117, incluso en una jornada sólo completó diez giros. Y estos problemas se vieron reflejados en los tiempos, que siempre estuvieron dos o tres segundos arriba de los de su compañero de equipo, Lance Stroll.
Al respecto, el alemán comentó: “Me hubiera gustado hacer más kilómetros, Creo que me faltaron unas 100 vueltas más, me voy corto de kilometraje. No se pudo hacer tanto como quería, porque tuvimos algunos contratiempos, pero siempre estoy mirando hacia adelante. Esperamos estar mejor para el inicio del campeonato”, terminó diciendo.
Foto: Aston Martin Formula One Team.