Takuma Sato ganó las 500 Millas de Indianápolis


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Takuma Sato ganó las 500 Millas de Indianápolis
El piloto japonés se lució en el óvalo de Indiana.

Takuma Sato ganó la edición 104 de las 500 Millas de Indianápolis, concretando una estupenda gestión en el último tramo de la competencia.

El líder en la grilla de largada fue Marco Andretti. La primera línea la completaron Scott Dixon y Takuma Sato. El bi campeón del mundo de Fórmula Uno, Fernando Alonso, que se presentaba por tercera vez en Indianápolis, largaba desde el puesto 26 y en una actuación bastante deslucida, terminó en el lugar 21.

“Gentlemen, start your engines”, esa es la célebre frase con la que se indica a los pilotos que enciendan los motores para dar comienzo a la disputa de una de las más célebres y emblemáticas competencias del automovilismo deportivo internacional: las 500 Millas de Indianápolis. En esta tan especial edición, el encargado de expresarla fue Roger Penske, quien desde el mes de enero de este año es el propietario no solamente del mítico óvalo de Indiana, sino también de la categoría IndyCar.

Contrariamente a lo que Penske pensaba cuando este año se hizo cargo del legendario autódromo, esta edición 104 de las 500 Millas bien podría ser denominada como “light”, debido a que, por los protocolos vigentes por causa de la pandemia de coronavirus, faltó una gran parte del espectáculo: los 300.000 espectadores que, año a año, se dan cita el último fin de semana de mayo para disfrutar del inigualable espectáculo de las 500 Millas. Y si ni siquiera pudo respetarse la fecha habitual, cambiando el primaveral mes de mayo por este caluroso domingo estival de agosto.

Fernando Alonso tuvo una pálida gestión. Terminó en el puesto 21.

Para los uruguayos, tal vez haya sido una edición diferente, porque hubo varios participantes conocidos, tales como Colton Herta, Félix Rosenqvist, Zach Veach, Dalton Kelleth y el mexicano Patricio O’Ward, que fueron habituales rivales de Santi Urrutia cuando el coloniense competía en la categoría Indy Lights.

Y como dato anecdótico, en esta edición fue la primera vez, desde 1999, en la que no compitió al menos una mujer.

En la previa, Dixon era el gran candidato para adjudicarse la victoria y ya en el inicio de la competencia se ubicaba en el liderazgo, mientras el poleman Andretti iba desapareciendo de las posiciones de vanguardia. A medida que los autos iban pasando por boxes para el reaprovisionamiento, iba cambiando el líder de la carrera. Con más de un centenar de vueltas, Felix Rosenqvist heredaba en su momento el liderazgo, perseguido por Dixon, quien logró superar al sueco para reubicarse como líder. Faltando algo más de 60 giros, Dixon se consolidaba en el primer lugar, pero Sato pasaba a liderar faltando 40 vueltas, con Dixon como escolta y poco después intercambiaban posiciones, hasta que en la vuelta 175 Sato recuperó el liderazgo, seguido por Dixon, Graham Rahal, Santino Ferrucci, Josef Newgarden y James Hinchcliffe, todos en un abigarrado pelotón. Paradas en boxes de por medio, Zach Veach se encontró liderando, pero fue rápidamente superado por Sato, con Dixon hostigándolo. Así entraban en las diez vueltas finales, que se esperaba que tuvieran un trámite muy interesante, con una gran lucha por la victoria.

Pero en la vuelta 195, faltando cinco giros para el final, se neutralizó la carrera por el accidente protagonizado por Spencer Pigot, por lo que se llegó al banderazo final con el auto de seguridad en pista.

Takuma Sato festejando su segundo éxito en las 500 Millas.

Fue victoria de Takuma Sato, que así logra su segundo éxito en Indianápolis, porque se había adjudicado la edición disputada en el año 2017. Scott Dixon terminó segundo y Graham Rahal, tercero. La lista de los diez primeros se completó con Santino  Ferrucci, Josef  Newgarden, Pato  O’Ward, James  Hinchcliffe, Colton  Herta, Jack Harvey y Ryan Hunter-Reay.

Fotos: AFP.

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