La compañía germana anunció que realizará una inversión de mil millones de dólares en Estados Unidos con la finalidad de ampliar la planta de montaje que actualmente posee en la ciudad de Tuscaloosa, en el estado de Alabama, con la finalidad de adecuarla para la producción de su línea de vehículos utilitarios deportivos (SUV por sus siglas en inglés) bajo la marca EQ, impulsados por energía eléctrica. El proyecto incluye la construcción de una fábrica de baterías, cercana a la factoría ubicada en Tuscaloosa, la que está en funcionamiento desde hace 20 años y en la que se producen los modelos GLE, GLS y GLE coupé.
El 70% de los vehículos que se construyen actualmente en la factoría de Alabama, están destinados para la exportación. El año pasado, fueron 310.000 las unidades producidas en Tuscaloosa.
De acuerdo a lo informado por voceros de la empresa alemana, los trabajos de construcción de la nueva fábrica comenzarán el año próximo y se espera que la planta esté operativa en el año 2020.
Con la realización de este proyecto, Mercedes-Benz pasará a tener fábricas de ensamblado y de baterías en tres continentes: Europa, Asia (China) y América (Estados Unidos).
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Este es uno de los pasos fundamentales de la compañía germana en su camino rumbo a la electrificación total de sus modelos. Para el año 2022 Mercedes-Benz espera contar con al menos un vehículo impulsado por energía eléctrica en cada uno de sus segmentos, contando con un proyecto de llegar al medio centenar de modelos eléctricos, con la firme intención de consolidarse a nivel global en lo que se refiere a vehículos impulsados por energías renovables.
Para la empresa alemana, este proyecto implica un gran desafío para pelear por una buena porción del mercado de los eléctricos. Ya instalada en China, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, que tiene en circulación algo más de 600.000 unidades, ahora tendrá su fábrica en territorio norteamericano, cuyo mercado de eléctricos suma actualmente unos 650.000 vehículos, siendo el segundo a nivel global.
Además, con esta importante inversión para este ambicioso proyecto, Mercedes-Benz pretende marcar mayor presencia en el mercado estadounidense, mostrándole a la local Tesla que llega dispuesta a oponer una férrea pugna y, a su vez, marcando el camino para sus empresas coterráneas y eternas rivales como Audi y BMW.