Ya es un clásico, por más que en algunas temporadas ha estado fuera del calendario mundialista.
El Rally de Montecarlo es un ícono de la actividad y cuenta con un historial inigualable, porque su primera edición se disputó en el año 1911.
La finalidad más importante de las primeras ediciones del rally era la de fomentar y difundir a Mónaco como centro turístico.
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Los participantes tomaban la partida desde diferentes ciudades europeas, para terminar reuniéndose en el Principado.
Incluso este muy particular sistema se mantuvo durante muchos años, cuando el rally monegasco ya integraba el calendario del certamen mundial.
Hoy jueves en horas de la tarde se realizará la ceremonia oficial de largada, la que también dará inicio a la actividad oficial del Campeonato Mundial de Rally 2017.
Luego, los participantes deberán encarar las dos primeras pruebas especiales de la competencia, Entreveaux y Bayons, ambas en horario nocturno.
La primera etapa continuará desarrollándose mañana viernes con la disputa de seis pruebas especiales, que serán dos pasadas por tres tramos distintos: Agnières en Devoluy, Aprés-leCorps y Saint Lèger.
La segunda etapa se desarrollará íntegramente el sábado, con cinco pruebas especiales. Dos pasadas por los tramos de Lardier y La Batis y una por el de Bayons, disputado el primer día de competencia.
El rally culminará el domingo, con dos pasadas por los tramos de Lucéram y La Bollène. En este último tramo está incluida la pasada por el célebre “Col de Turini”, uno de los sectores más legendarios y emblemáticos del rally monegasco.
El recorrido total de la competencia es de 1.411,79 kilómetros, de los cuales 382,65 corresponden a las 17 pruebas especiales pactadas.
Un rally “a pedir de boca” para Sébastien Ogier, quien oficia de local, porque una buena parte de los tramos se ubican en las proximidades de su ciudad natal, Gap.
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Una de las principales características de este rally es la total imprevisibilidad del clima, debido a la zona montañosa por la que se desarrolla.
En un mismo tramo, puede haber sol en algunos sectores, puede estar lloviendo en otros y también nevando.
Esto provoca un enorme desafío al momento de la elección de los neumáticos, un elemento crucial si de tener posibilidades de lograr la victoria, o, por lo menos, dar pelea por el triunfo.
Los pilotos pueden transitar por superficies completamente cambiantes, con asfalto seco, mojado o nevado en un mismo tramo.
Pero sin dudas que lo más preocupante y hasta atemorizante, son las traicioneras placas de hielo que suelen aparecer inesperadamente sobre algún sector del asfalto, con el peligro latente de perder el dominio del auto.
