Desde que conocimos “personalmente” a la cuarta generación del Kia Sportage en su presentación mundial en el Salón del Automóvil de Francfort 2015, quedamos gratamente sorprendidos por su agradable diseño exterior, un interior completamente renovado e importantes avances tecnológicos.
Desde su aparición en 1993, el Sportage ha sido uno de los grandes éxitos de la marca coreana y está cuarta generación deriva del prototipo Kia Provo, presentado en 2013.
Esta nueva versión ha sido creada y desarrollada principalmente en el centro de diseño que Kia posee en Francfort, contando también con importantes aportes de los centros ubicados en Namyang (Corea del Sur) e Irvine (California). Es una plataforma totalmente nueva, algo más larga y con mayor distancia entre ejes que sus antecesores y una gran amplitud interior, algo en lo que ya se destacaba también la versión anterior, pero que ha sido mejorada aún más.
Ahora, por invitación de Kia Motors Uruguay pudimos disfrutar de este estupendo SUV, en su versión más completa, la GT Line, la cual presenta un nuevo frente, con un completo reposicionamiento de las luces, destacándose la batería de faros camineros, cada uno de los cuales está formado por un grupo de cuatro diodos LED separados. La trompa es más agresiva, con neto corte deportivo, favoreciendo la performance aerodinámica, otorgándole también un aspecto atlético y robusto, el cual se continúa a lo largo de todo el lateral, rematándose con el alerón trasero de buenas dimensiones, el cual completa el paquete aerodinámico y aloja a la tercera luz de freno.
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El interior ha sido completamente renovado; es amplio y confortable y el acceso es cómodo y ágil.
El asiento del conductor tiene una ergonomía superior al modelo anterior y al igual que el asiento del acompañante, dispone de una gran variedad de reglajes accionados eléctricamente. Pero la comodidad y el confort no se limitan solamente a los puestos delanteros, sino que en las plazas traseras también se disfrutan plenamente, merced a una gran amplitud, la que se extiende también al maletero. Los respaldos de los asientos traseros son rebatibles 60/40, incrementando notoriamente la capacidad de carga.
Los tapizados, los acabados y los materiales utilizados en el interior son una clara muestra del salto cualitativo y del permanente avance que ha venido dando Kia en los últimos años, con una constante evolución y una sorprendente calidad y terminación.
Los tapizados en cuero son sumamente agradables a la vista y al tacto, incluido el volante, que en la versión GT Line es recto en su parte inferior.
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El volante, con regulación de altura y profundidad, es multifunción, y las levas para los cambios están muy bien ubicadas y son de fácil y eficaz accionamiento. La consola central tiene una excelente distribución de mandos y espacios.
La pantalla digital multifunción (3,5”) nos ha parecido demasiado pequeña en relación al resto del vehículo.
El equipamiento es muy completo. El techo panorámico posee el sistema “one touch”, con cortina automática, el sistema de audio tiene radio con CD/AUX/USB/iPod y sistema de sonido JBL. También posee Bluetooth con control de audio y telefonía al volante, climatizador automático de dos vías con salidas traseras, freno de estacionamiento por pedal, smart key, botón de encendido y apagado, sensores de estacionamiento delantero y trasero con cámara de reversa.
La versión GT Line está equipada con un motor cuatro cilindros, 16 válvulas CVVT, de dos litros de cilindrada, que eroga 159 HP.
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El sistema de transmisión es automático, con caja de seis velocidades con modo secuencial.
En referencia a los asistentes seguridad y ayuda a la conducción, el All New Sportage está equipado con seis airbags (frontales, laterales y de cortina), frenos con sistema ABS, discos ventilados adelante y sólidos atrás y sistemas de control de estabilidad, de descenso y arranque en subida.
En relación al orden de marcha, es sumamente confortable, con una permanente sensación de seguridad y docilidad.
El motor logra contemplar perfectamente las necesidades del vehículo, permitiendo un andar ágil, bien complementado por la caja de cambios que funciona eficazmente, con una buena velocidad de respuesta y gran suavidad.
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Una correcta insonorización permite viajar con comodidad, sin stress, incluso en viajes en ruta. A pesar de su porte, no produce esos peligrosos bamboleos de los vehículos de tamaño importante, en una clara muestra de la eficacia del sistema de suspensión y del buen trabajo desarrollado en chasis y carrocería.
El tránsito por sectores irregulares lo sortea dócilmente, sin problemas ni inconvenientes, con una agradable sensación de seguridad y confort.
En ciudad, el GT Line se muestra cómodo y ágil, fácil de maniobrar, con buena respuesta en todo momento y eficaz funcionamiento de la planta impulsora.
