Turki Bin Abdullah es un joven príncipe árabe de unos 20 años de edad con mucha pasión por los autos. Además, y no es un dato menor, es multimillonario y le gusta que toda su fortuna se vea reflejada en su colección de autos de lujo.
El joven se tomó unas vacaciones en Londres y para no pasar desapercibido se llevó cuatro de sus vehículos tazados en 1,2 millones de euros. Los automóviles forman parte de una de las grandes colecciones del mundo.
Los coches de Turki son de carrocería dorada o mejor dicho, son enchapados en oro para lograr así un impacto visual único y determinante a la hora de demostrar poder.
El dato curioso es que parece que las normas de estacionamiento londinenses no parecen ir con él, ya que está coleccionando multas por no estacionar de forma correcta.
Aunque dispone de un parking a solo unos metros de la vereda, Turki ha estacionado toda su flota dorada en plena calle y en lugar prohibido, frente a la torre del hotel Jumeirah Carlton, donde se hospeda.
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Los cuatro vehículos se han convertido en un punto de atracción, ya que es fotografiado y grabado por los miles de turistas que recorren las hermosas calles de Londres.
Sin lugar a dudas, todos juntos impresionan. El más aparatoso es un Mercedes G63 de seis ruedas, un modelo que se encuentra en el medio de un todoterreno y una camioneta, y que además está tasado en 467.000 euros.
El príncipe saudí tiene 51.000 seguidores en la red social, donde va colgando testimonios de sus pasatiempos elitistas.
Dos de los coches están tazados cada uno en 440.000 euros, se trata de un Rolls-Royce Phantom Coupe y de un Lamborghini Aventator SV, también enchapados en oro.
El último es un humilde Bentley Flying Spur, de unos 280.000 euros.
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El Bentley y el Lamborghini permanecían mal estacionados, por lo cual acumulaban varias multas. Se calcula que el joven príncipe árabe y su flotan suman ya sanciones por importe de más de 400 euros.
¿Tendrá problemas para pagar las multas?
