La disputa de la octava fecha del certamen nacional de rally tuvo como ganadores a los pandenses Santiago Cigliuti y Wilson Correa, del equipo Wita Rally, en una carrera que tuvo un trámite cambiante, varios líderes y mucho suspenso en varios pasajes.
Fue la hora de la primera victoria grande para el binomio pandense, que a lo largo de la temporada ha sido de los grandes animadores del certamen y, finalmente, el pasado fin de semana en el Rally de San José se dieron el gusto de alcanzar su primer triunfo en la clasificación general y en la categoría mayor, la RC2N, quedándose con el trofeo “Chucho” Camy, que recordaba al inolvidable deportista maragato de exitosa participación en el rally nacional, incluido el legendario “Gran Premio 19 Capitales” junto a Gerardo Ernst y su recordado “FT1700”.
Un triunfo inobjetable, para el que hicieron sobrados méritos a lo largo de las 12 pruebas especiales disputadas, sin bajar nunca los brazos, buscando siempre estar lo más arriba posible, llevando su auto con seguridad y tenacidad, sabiendo que tienen un medio mecánico que no está a la altura de los de sus encumbrados rivales, pero al que le sacan toda la performance posible y que en esta ocasión les dio la inolvidable oportunidad de lograr su primera victoria mayor.
Pero además, otro aspecto que más valoriza y realza esta victoria de “Tati” Cigliuti y “Wincho” Correa, es que ellos mismos son los que preparan el auto en su propio taller en Pando, algo que en la actualidad no es habitual, que los pilotos sean los propios preparadores y mecánicos de sus vehículos, y que le otorga entonces un valor extra a su victoria.
El rally comenzó con una cerrada lucha entre Rodrigo Zeballos – Sebastián Dotta y Juan San Martín – Francisco Vitta. Cigliuti y Correa se ubicaban terceros, expectantes.
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Al principio lideró San Martín, con Zeballos como escolta a 1.5 segundos. En la segunda prueba especial, San Martín lideraba por 2/10 sobre Zeballos. En la tercera, Zeballos pegaba el zarpazo y le arrebataba el liderazgo al sanducero San Martín, pasando adelante por 2.8 segundos, con Cigliuti a 11.8 segundos del líder. Más atrás se ubicaban “Perolo” Pereira, el reaparecido José Levy y el olimareño Pablo Rezk.
En el cuarto tramo, Cigliuti marcaba el mejor tiempo y Zeballos sumaba 7.4 segundos sobre San Martín. Se llegaba al final del primer día de carrera, con Zeballos y Dotta liderando, teniendo ahora a Cigliuti y Correa como escoltas a 19.8 segundos. San Martín y Vitta quedaban terceros a 21 segundos del ganador de la etapa. Enrique Pereira y Antonio Piñeiro eran cuartos a 54 segundos del líder.
La segunda etapa constaba de seis pruebas especiales. Cuatro por caminos vecinales y las dos últimas en el kartódromo internacional “Luis Pedro Serra” de la capital maragata.
El inicio de la jornada mostraba a Zeballos retrasándose.
El “Coco” se salió de ruta y el auto golpeó contra un terraplén, por lo que se torció la parrilla de suspensión, provocando que tuviera que aminorar el ritmo de marcha en las dos primeras pruebas especiales de la etapa, resignando de esa manera sus posibilidades de lograr la victoria, al perder varios minutos.
Al cabo de la primera prueba especial del día, San Martín quedaba primero con Cigliuti como escolta a 7.6 segundos. A medida que se desarrollaba la etapa, podía vislumbrarse que la definición del rally iba a estar entre el sanducero y el pandense.
San Martín iba sumando diferencias a su favor, pero Cigliuti no se daba por vencido y seguía atacando. El líder exigía a fondo a su auto para sumar ventajas y a falta de tres pruebas especiales, el motor no soportaba las exigencias y el sanducero quedaba al borde del camino.
Cigliuti pasaba a comandar las acciones, consolidándose como líder, porque su escolta, que ahora era “Perolo” Pereira, estaba a más de dos minutos de diferencia.
Faltaban solamente los dos tramos a disputar en el kartódromo maragato y la victoria estaba al alcance de los pandenses. Nada ni nadie podía sacarle la posibilidad.
Las dos pasadas por el kartódromo simplemente fueron para cumplir con el recorrido, un trámite. Y llegó el momento del gran festejo, de la alegría mayor, del día tan ansiosamente esperado, el de la primera victoria en la clasificación general de un rally.
Y, por esas jugarretas que siempre tiene el destino, se dio en un kartódromo. En ese mismo kartódromo maragato en el que tantas veces Cigliuti y Correa estuvieron compitiendo en la hoy desaparecida categoría “Superkart”, que fue en la que comenzaron a disfrutar de su pasión tuerca.
Allí los estaba esperando nuevamente el éxito. Ese éxito que se disfrutó a lo grande, en familia, con amigos, con ese grupo de incondicionales que siempre estuvieron al firme, apoyando, alentando, trabajando.
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Un éxito con una clara herencia “tuerca” familiar. Porque el bisabuelo materno de Cigliuti corría carreras de cachilas en las primeras décadas del siglo pasado. Su abuelo materno corrió regularidad en el CUR, habiendo incluso participado del Gran Premio “Montevideo – Porto Alegre – Montevideo”. Y su padre también corrió regularidad y compitió como piloto en rally en un Saab en la década de los años 70. Y su madre también compitió como piloto en regularidad en el CUR. Los genes se llevan y no se niegan.
Y la familia de Correa seguramente debe haber vibrado intensamente con esta victoria desde las lejanas islas de España donde reside. El final marcó entonces el primer triunfo de Cigliuti y Correa, escoltados por Pereira y Piñeiro a dos minutos y diez segundos, mientras que el tercer escalón del podio fue para Zeballos y Dotta a más de tres minutos de los ganadores.
Beltrán y Fripp anticipados campeones
En la segunda prueba especial quedaba fuera de carrera uno de los binomios que ha sido gran animador del campeonato, Gabriel Beltrán y Andrés Fripp, quienes sufrieron un principio de incendio en su auto debido a la rotura de un caño de aceite. De todas maneras lograron reparar y disputaron la segunda etapa sin problemas.
Un fin de semana diferente para los representantes de Tarariras, porque a la amargura de la rotura del auto, se le antepuso la obtención anticipada del certamen nacional de rally, ya que la diferencia que tienen sobre sus rivales se hace indescontable a falta de una fecha por disputar.
Un año muy bueno para el exitoso piloto coloniense, quien de esa manera se sobrepuso a varias temporadas sin lograr buenos resultados.
Pero fiel a su estilo y personalidad, jamás bajó los brazos ni claudicó en su esfuerzo, se mantuvo firme, apretó los dientes, masculló bronca cuando las cosas no salían como él esperaba y de esa manera llega a esta nueva consagración.
Una consagración más para este exitoso volante, que siempre va al límite, dando un gran espectáculo, entregándose por entero y siendo uno de los preferidos de la afición.
No por casualidad es el piloto con más títulos nacionales en el rally uruguayo.
Por Nelson Vicente
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