Por su parte el frontal genera una mirada penetrante mientras que los espejos exteriores, que contienen señaleros y luces de cortesía, también impresionan por su tamaño. Naturalmente que con esas dimensiones, toda la estructura contribuye para facilitar el ingreso.
Para comenzar, la electrónica aplicada nos da sus primeras señales con el sensor de proximidad que permite el desbloqueo desde la manija de la puerta y habilita el sistema para encender el motor mediante botón de arranque.
El interior demuestra un buen nivel de refinamiento, con materiales agradables que presentan terminaciones cuidadas. También aquí los diseñadores trabajaron eficazmente, para lograr un ambiente amable, confortable y dotado de componentes tecnológicos.
Tal vez unos de los más llamativos sea el del panel de instrumentos. En apariencia, cuenta con una gran esfera central analógica, con el velocímetro y algunos indicadores lumínicos. Pero basta ponerlo en marcha para que desde los laterales aparezcan, cual hologramas, los demás instrumentos.
No menos importante es la pantalla táctil central, mediante la que se comandan funciones de audio y conectividad, amén de proyectar las imágenes de las cámaras exteriores. También aquí hay otro toque de originalidad, con la utilización de una cámara ubicada debajo del espejo del lado del acompañante, que ofrece una visión desde ese lado del vehículo.
Felizmente, parece que de a poco la industria comienza a utilizar alternativas modernas que puedan reemplazar al añejo sistema para ampliar la visión exterior. En el S6, esa función se activa desde el volante multifunción, igual que los sistemas de audio y telefonía.
BYD es una de las marcas chinas más reconocidas fuera de su país. Precisamente la innovación es para ellos un punto fuerte. De hecho tenemos el ejemplo en nuestro mercado con la rápida aceptación y el suceso logrado por el pequeño F0. Pero el desarrollo alcanzado en la utilización de energías alternativas, tal vez sea con lo que el fabricante obtuvo su mayor trascendencia.
Buses eléctricos que empiezan a funcionar por grandes ciudades del mundo, autos también eléctricos para taxímetros que incluso llegaron hasta Uruguay y modelos híbridos como el gran y lujoso sedán Qin, son algunos ejemplos claros de la preocupación de la marca por las cuestiones medio ambientales. Si bien este S6 1.5 Turbo lleva un motor a combustión, esa propulsión también despliega tecnología.
BYD logró combinar un motor relativamente pequeño para movilizar a esa enorme humanidad de casi 1.700 kg, asociándolo a un turbocompresor que en conjunto, pueden disponer de 152 HP de potencia.
Lo probamos en distintas situaciones, y en verdad, el objetivo se cumple a la perfección. Porque además de salidas cómodas, cuando se necesita más potencia se puede escuchar el delicioso zumbido del turbo para disfrutar de una rápida reacción.
Para completar el panorama, esa fuerza motriz se administra con una caja de cambios manual de 6 velocidades. Con ésto, el abanico de prestaciones se amplía aún más, puesto que además de la buena relación de marchas ofrece una posibilidad de viajar en condiciones de serenidad fantásticas.
En carretera y con la aguja a la mitad de su recorrido (el velocímetro marca 240 km/h), el motor se duerme en torno a las 2000 vueltas, maximizando el confort y reduciendo considerablemente el consumo de combustible. Decir que tiene una marcha aplomada con semejante estructura, sería redundante. Pero sí que la tiene.
La suspensión es muy eficiente y actúa bien tanto en la absorción de irregularidades como para brindar confianza en las curvas cuando levanta velocidad. El equipamiento de este BYD S6 1.5 Turbo es bien completo, incluyendo 6 airbags, climatizador, ABS, EBD y techo de cristal.
Es un producto perteneciente a la una nueva generación de la poderosa industria de aquel gigante asiático. Con mucha tecnología, bien concebido y una amplitud notable, resulta muy disfrutable especialmente para quienes nos apasionamos con este tipo de vehículos.