enfriado por aire. Esta fue la primera vez que Fiat incorporaba esa tecnología en sus motores.
presentación que convocó a varios miles de personas para presenciar un show impactante. Sucede que este auto también es revolucionario. El departamento de estilo y diseño de Fiat debía encarar el desafío de crear un producto nuevo, basado en algunos lineamientos fundamentales del modelo original, adecuado a las necesidades actuales y que además, resultara un verdadero suceso.
Por si fuera necesario aclararlo, lo lograron con creces. El Nuevo Fiat 500, inicialmente conquista por los ojos. Es un auto bonito que indudablemente remite a sus ancestros, sobre todo en el sector frontal donde se destaca la mirada “simpática” típica del modelo, pero con algunas resoluciones estructurales muy interesantes. Con 3,546 mts de largo, 1,627 de ancho y 1,502 de alto, es un poco más voluminoso que las generaciones anteriores, sin dejar de ser un compacto chico. Adquiere además un aspecto robusto y fuerte, a diferencia de aquellos pioneros del 1900. Las puertas, proporcionalmente son enormes y con amplio radio de giro, asegurando la accesibilidad. Una gran salida de escape cromada, las originales llantas de aleación de 16” con el 500 en el centro, los neumáticos anchos y de bajo perfil y las pinzas rojas de las pastillas de frenos, de disco en las 4 ruedas, anticipan un aspecto deportivo, inimaginable en los antiguos Fiat 500.
El interior también es atractivo, con una agradable combinación de colores entre el tapizado de cuero rojo de los asientos, algún sector en negro y los plásticos también de este color. En el panel frontal lleva una franja central en blanco, simil metal, que contribuye con el aire retró del modelo.
Es amplio y espacioso, sobre todo en las plazas delanteras. Las traseras, diferente a lo que se podría esperar de un auto chico, son suficientemente cómodas, en particular si se trata de personas de talla media, con un baúl razonable de 185 lts. Basado en el exitoso y muy premiado motor 1.4, 16 válvulas, con tecnología Multi-Air, su potencia de 105 cv y 13,2 kgmf de torque disponible a 4.250 vueltas, le otorgan a este pequeño compacto, unas prestaciones notables, que asociado a la caja manual de 5 velocidades muestra rasgos deportivos que confirman su originalidad. La incorporación de elementos de seguridad tales como ABS, EBD (repartidor electrónico de la fuerza de frenado) y control de estabilidad ESP, indican la necesidad de asistir en la conducción a quien prefiera pisar con energía el acelerador.
Pero lo vemos en movimiento. La posición de manejo es muy correcta. Con los ajustes en altura del asiento y el volante, se puede adecuar fácilmente al cuerpo del conductor. Los asientos mullidos y la ubicación lógica de los mandos, permiten tener la sensación de estar en primera clase, con una buena visión hacia todos lados.
El motor se deja sentir levemente y responde con agilidad a los impulsos del pie derecho. La palanca, que tiene poco recorrido, ofrece la posibilidad de efectuar los cambios rápidamente y con buena precisión. Entonces comienza la diversión. Dentro de las calles montevideanas, el Fiat 500 se mueve con fluidez, gran agilidad cuando quien conduce se lo pide o activa el modo Sport para dejarlo más “vivace”, y una docilidad notable gracias a su tamaño, a la eficiencia de la dirección hidráulica y del impecable sistema de frenos. Y todo el tiempo, acompañado de las miradas atentas que generalmente le dedican una sonrisa y gestos de complicidad y aprobación.
Un componente interesante es el denominado Hill Holder, sistema que detecta automáticamente cuando el auto está en una pendiente y lo retiene unos instantes para facilitar el inicio de la marcha. Quien piense que en la ruta puede flaquear, se equivoca. Sus 105 caballos responden admirablemente y con gran facilidad alcanza una velocidad importante, manteniendo siempre su capacidad de recuperación a la hora de un sobrepaso.
Además, el alto nivel de confort, un cómodo apoyabrazos rebatible, el control de velocidad crucero y la seguridad que ofrece, lo hacen apto para encarar viajes largos sin ningún tipo de complejos por su tamaño.
Mención aparte para el sistema de suspensión. Siempre prendido sólidamente al piso, ni siquiera insinúa la posibilidad de salirse de curso transitando por carreteras sinuosas y en alta velocidad. Y si por alguna extraña circunstancia se diera esa situación, el asistente de estabilidad, siempre atento, entrará en acción. El nuevo Fiat 500 es un auto que sorprende, exitoso y con gran aceptación en todo el mundo. Resulta atractivo para todos, pero más aún, para quienes peinamos algunas canas y convivimos con los 600. La nostalgia bien utilizada permite obtener un producto de alta calidad como lo es el nuevo Fiat 500.
Seguramente aquella “Nuova 500” del 57 estaría orgullosa de este sucesor que como ella, dejará una marca indeleble en la historia de la industria automotriz.
Luis César Piedra Cueva – Autoanuario