Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
El sábado 11 de setiembre de 1999 permanece y permanecerá por siempre, lamentablemente, en el recuerdo de los uruguayos porque ese día produjo la desaparición física de Gonzalo “Gonchi” Rodríguez por causa de una insólita, increíble y fatídica salida de pista en la curva “del tirabuzón”, en el circuito californiano de Laguna Seca, cuando se desarrollaba la tanda de entrenamiento correspondiente a la competencia de la categoría estadounidense CART, (actualmente IndyCar), carrera que iba a disputarse al día siguiente.
Gonchi había debutado en esa categoría en el mes de agosto de ese mismo año, con un Lola Mercedes-Benz del equipo Penske, en el circuito de Detroit, con una notable labor, que le había valido la consideración y admiración de todos.
Prueba de ello es que, viendo lo que fue su gestión en su debut en la categoría, varios equipos se mostraron interesados en charlar con él, poniendo la mira en la siguiente temporada. Y es que de no haber sido por una pinchadura, Gonchi bien podría haber terminado la carrera entre los 10 primeros, todo un logro para un piloto debutante, frente a caracterizados pilotos que contaban con una amplia experiencia, habiendo superado en carrera también a su famoso y muy exitoso compañero de equipo, el norteamericano Al Unser Jr. Todo dicho.
Al fatídico Laguna Seca, para su segunda presentación en la CART, Gonchi iba a llegar ubicado en el segundo lugar del campeonato de la Fórmula 3000, también conocida como F. 1 Junior, la categoría de la que, todo parecía indicar, iba a despedirse al final de la temporada, porque en el año 2000 ya iba a ser piloto profesional en Estados Unidos.
Atrás iban a quedar años y años de sacrificios, de esfuerzos increíbles, de momentos de rabia y tristeza, de soledad y aislamiento, de grandes privaciones, llegando incluso a dormir en un sofá en casa prestada porque no había dinero para hotel o alquilar un apartamento. Tampoco había plata como para poder alimentarse correctamente como corresponde a un deportista. Fueron momentos de redoblar esfuerzos, de nunca bajar los brazos y de mantener siempre la mente positiva, con la ilusión de llegar a lo más alto del automovilismo, sin importar lo que hubiera que sacrificar, sin importar privaciones y melancolías, manteniendo siempre presente y vigente la consigna: “seguí tus sueños”.
Esos sueños que se cortaron abruptamente en la curva “del tirabuzón” transformándolos en pesadilla, porque no podía ser, era imposible creer que ese insólito vuelo luego de salirse de la pista, se hubiera llevado la vida de Gonchi en ese sábado de tarde.
Atrás quedaron sus destacadas actuaciones en el karting uruguayo, y también en el mundial de Francia, en la F4 uruguaya, en la Fórmula Ge.Mo, en la Fórmula 3 Sudamericana, pasando por las categorías promocionales de España y de Gran Bretaña, hasta llegar a la Fórmula 3000 Internacional y la CART.
Todo eso quedó atrás, como siembra para el futuro.
Un futuro en el que la Fundación Gonzalo Rodríguez, además de perpetuar su memoria, también mantiene vivo su recuerdo mediante acciones de seguridad vial que permiten mejorar la calidad de vida no solamente de los uruguayos, sino también de los habitantes de otros países de la región.
Un recuerdo imborrable que, a partir de hoy, quedará plasmado en El Tajamar de Carrasco, en el museo que lleva su nombre.