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La disputa del Gran Premio de Estados Unidos marcó, sin dudas, uno de los puntos más altos de esta muy atractiva temporada del Campeonato Mundial de Fórmula Uno.
Fue un gran premio que lo tuvo todo: un desarrollo notable con un final apasionante, gran manejo táctico por parte de los dos principales equipos, Red Bull y Mercedes y una notable labor de los dos pilotos que han sido los grandes protagonistas de la temporada y que son los exclusivos aspirantes a la conquista del campeonato mundial, Max Verstappen y Lewis Hamilton.
Basado en un estupendo rendimiento de su Red Bull, el neerlandés está concretando una excepcional temporada y en Texas dio una muestra cabal no solo de sus brillantes dotes conductivas, sino también de su fortaleza mental y anímica, no dejándose amedrentar por el acoso de Hamilton en las últimas vueltas y demostrándole al inglés que si quiere arrebatarle el liderazgo del campeonato va a tener que trabajar muy duro, sin cometer ningún error.
Verstappen está pasando por un espectacular momento en su exitosa trayectoria deportiva y con solamente 24 años se maneja con solidez y fortaleza propias de un piloto de mayor experiencia.
En el arranque del gran premio perdió el liderazgo en manos de Hamilton, pero se tomó la situación con calma. En la décima vuelta cambió gomas y cuando tres giros más adelante Hamilton fue a boxes por el mismo motivo, el neerlandés recuperó la primera posición, la que volvió a dejarle a Hamilton en la vuelta 29. Pero cuando luego de su cambio de neumáticos el inglés volvió a pista en el giro 37, la situación ya no le fue tan favorable, porque tenía una buena porción de segundos que descontarle a Verstappen.
La gran incógnita era la duración del segundo juego de gomas. Las de Verstappen tenían ocho vueltas más de uso y eso obligaba al piloto de Red Bull a gestionar muy bien la duración del caucho.
Verstappen se manejó con gran eficiencia, teniendo plena conciencia de que en las últimas vueltas Hamilton le iba a hacer la vida imposible, tal como ocurrió.
El inglés lanzó un furioso ataque en los giros finales, llegando a colocarse a menos de un segundo del líder.
Pero Verstappen no se descuidó en ningún momento ni perdió la calma, manteniendo su elogiable performance rumbo a la victoria.
Faltando dos vueltas Verstappen se encontró con Mick Schumacher, a quien iba a sacarle una vuelta. El neerlandés gestionó muy bien el momento de superar al joven alemán y se lo dejó “de herencia” a Hamilton, quien perdió algunas milésimas de segundo en superarlo, las que fueron suficientes para que Verstappen mantuviera la ventaja y alcanzara la importante victoria.
Cerrada la disputa del Gran Premio de Estados Unidos, la Fórmula Uno retomará la actividad el 7 de noviembre en México, dando inicio a una seguidilla de tres fines de semanas consecutivos de carreras, porque el 14 se correrá en Brasil y el 21 en Catar, para continuar luego con las dos últimas fechas de la temporada: Arabia Saudita, el 5 de diciembre, y Abu Dabi el 12, completándose así el calendario previsto.
Foto: AFP.