Nelson Vicente
Luego de más de tres décadas de ausencia, El Campeonato Mundial de Fórmula Uno regresó al autódromo de Zandvoort para disputar el Gran Premio de los Países Bajos, que fue la décimo tercera fecha del año.
Y la fiesta no pudo ser mayor para los holandeses, que festejaron eufóricamente la victoria de Max Verstappen (Red Bull), que volvió a concretar otra excepcional labor, logrando un categórico triunfo que le permite recuperar la vanguardia del campeonato del mundo, demostrando que en condiciones de una carrera normal es muy difícil poder discutirle la primacía, tal como lo marcan sus siete éxitos en los 13 grandes premios que se llevan disputados.
Ya desde la clasificación se vio que el holandés estaba en su plenitud, por lo que iba a ser muy difícil que sus rivales pudieran presentarle batalla por la victoria.
Y la clasificación era muy importante en Zandvoort, porque el diseño de la pista no es muy apto para superar rivales, por lo que largar desde el primer lugar de la grilla le agrega un buen porcentaje a las posibilidades de victoria.
Verstappen largó primero, lideró con solvencia “su” gran premio y se llevó una categórica victoria en medio de una fiesta increíble con miles de fanáticos disfrutando a pleno en las tribunas.
Un fin de semana perfecto para el holandés, en una carrera de normal desarrollo, que tuvo como escolta a Lewis Hamilton (Mercedes), con Valtteri Bottas (Mercedes), ocupando la tercera posición.
Una victoria histórica e inolvidable para Verstappen, que le ha permitido volver a encabezar la tabla de posiciones del mundial, con tres puntos de ventaja sobre Hamilton.
Foto: AFP.
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