Al confirmarse la cancelación del Gran Premio de Francia, que iba a disputarse el 26 de junio en el autódromo Paul Ricard de Le Castellet, llegó a diez la cifra de competencias canceladas o postergadas, quedando solamente 12, (del calendario que constaba de 22 carreras), en su fecha original de disputa.
Ante tanta incertidumbre, Chase Carey, el presidente de Liberty Media, la empresa que posee los derechos comerciales de la Fórmula Uno, informó que el comienzo de la temporada será el 5 de julio, con la disputa del Gran Premio de Austria, que se desarrollará en el autódromo Red Bull Ring de Spíelberg.
De esta manera, los
organizadores del campeonato parecen ir encontrando el rumbo en esta temporada
que ha sido puesta en jaque por la pandemia del coronavirus.
La organización de la competencia austríaca ya había puesto hace varios días a
consideración de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y de Liberty
Media la posibilidad de organizar el gran premio a puertas cerradas, contando
para ello con el apoyo del gigante de las bebidas energéticas, Red Bull,
empresa propietaria del circuito.
Ese sería por el momento el inicio de la temporada, cuya segunda fecha podría ser el Gran Premio de Inglaterra, que se estaría disputando en el legendario autódromo de Silverstone el 19 de julio, también sin la presencia de aficionados en las tribunas, pero manteniendo la fecha original.
Carey informó que la idea que se está manejando actualmente, con la finalidad de reprogramar el calendario, es contar con un campeonato de 15 o 18 fechas.
Las primeras competencias del año se disputarían en territorio europeo, entre los meses de julio y septiembre, para continuar luego en Eurasia, con los grandes premios de Azerbaiyán y Rusia.
En octubre se disputarían los grandes premios correspondientes a los países asiáticos, mientras que en noviembre la Fórmula Uno llegaría al continente americano.
El final de la temporada podría ser en el mes de diciembre, con la disputa de las competencias en Bahréin y Abu Dabi.
Chase Carey destacó que si bien las primeras carreras deberán disputarse sin público, los organizadores esperan que de acuerdo a la evolución de la pandemia, los grandes premios puedan comenzar a disputarse con aficionados en las tribunas, resaltando que la salud y la seguridad de todos continuarán siendo la prioridad. Posteriormente agregó que estos planes primarios, están sujetos a cambios, porque hay que ver de qué manera y en qué momento puede definirse la reprogramación de los grandes premios suspendidos y la confirmación de los que serán mantenidos en sus fechas originales.