Ayer falleció en Viena Niki Lauda, el piloto austríaco tricampeón del mundo de Fórmula Uno, quien desde hace varios meses estaba atravesando serios problemas de salud.
Niki había sido sometido a un trasplante de pulmón en agosto del año pasado y en los últimos meses también estaba siendo sometido a diálisis. Su estado de salud había empeorado rápidamente, hasta que finalmente ayer se produjo su fallecimiento.
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En el mes de enero había sido ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital General de Viena (donde se le había realizado en trasplante de pulmón), por causa de una fuerte gripe que obligó a su traslado desde la isla de Ibiza, donde el austríaco estaba realizando su recuperación.
Anteriormente, Lauda ya había sido sometido a dos trasplantes, ambos de riñón, uno en el año 1997 y el otro en 2015.
Lauda fue campeón del mundo de Fórmula Uno dos veces con la escudería Ferrari, en 1975 y 1977, logrando su tercer título con McLaren en el año 1984.
El exitoso piloto austríaco disputó 171 grandes premios, de los cuales ganó 25, logrando el récord de vuelta en carrera en 24 oportunidades y subiendo al podio 54 veces.
Lauda debutó en la Fórmula Uno en el año 1971, en el March Racing Team. Se retiró en 1985, cuando integraba el equipo McLaren.
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Uno de los acontecimientos más destacados en la trayectoria deportiva de Lauda fue el brutal accidente que sufrió en Nurburgring en el año 1976, en el que sufrió quemaduras de tercer grado en una gran parte de su cuerpo. Lauda estuvo al borde de la muerte, los gases tóxicos inhalados dañaron seriamente sus pulmones y redujeron su funcionalidad. El piloto estuvo al borde de la muerte, pero tuvo una increíble recuperación, retornando a las pistas tan solo seis semanas después del accidente.
Desde el año 2012 era presidente no ejecutivo del equipo Mercedes de Fórmula Uno, siendo uno de los principales colaboradores de Toto Wolff al frente de la escuadra germana.