La disputa del Gran Premio de San Marino de 1994 que tuvo como escenario al autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola, es recordada como uno de los momentos más nefastos en la historia del Campeonato Mundial de Fórmula Uno. El 30 de abril, el piloto austríaco Roland Ratzenberg falleció víctima de un durísimo accidente en la pista. El día anterior, Rubens Barrichello había sufrido un grave accidente, del cual salió vivo por milagro.
Todos estos acontecimientos hicieron mella en el espíritu de Ayrton Senna, quien incluso llegó a comentarle previamente a la largada del gran premio a Sid Watkins, el médico oficial de la Fórmula Uno, que estaba dudando en seguir compitiendo.
El 1º de mayo, la muerte lo esperaba emboscada en la curva Tamburello del circuito italiano.
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El Williams Renault F16 que el piloto brasileño conducía, siguió de largo, impactando de frente contra el muro de contención. Por causa del golpe, se desprendió un brazo de suspensión, que se incrustó en el casco de Ayrton provocando las lesiones que provocaron su muerte instantánea.
Hasta ahí, la historia deportiva de uno de los más grandes pilotos de la historia y uno de los máximos ídolos del deporte brasileño.
A partir de ese momento nació el mito, la leyenda de Ayrton, el recuerdo imborrable de uno de los pilotos más carismáticos, un batallador incansable, un luchador aguerrido que jamás daba nada por perdido. Amado u odiado, admirado o aborrecido, pero nunca pasando desapercibido.
Bien puede decirse que Ayrton Senna da Silva fue uno de los pilotos que le cambió la cara a la Fórmula Uno y fue de los más grandes impulsores de la difusión de la categoría con sus conquistas y sus hazañas.
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Ayrton nació en San Pablo el 21 de marzo de 1960 y a los cuatro años de edad su padre le construyó un kart con el que el niño comenzó a tener sus primeras experiencias en la conducción. A los ocho años ya comenzó a participar en diversas competencias de karting y a los 13 años se produjo su debut oficial, consagrándose campeón paulista.
Uruguay ocupa un sitio muy importante en la trayectoria del inolvidable piloto brasileño, porque el Kartódromo Internacional Luis Pedro Serra de San José fue el escenario para la consagración de Ayrton como campeón sudamericano en el año 1977.
En 1981 Ayrton se fue a Europa, comenzando a participar en diversas categorías promocionales, logrando destacarse rápidamente, comenzando a sumar triunfos y campeonatos.
El Gran Premio de Brasil del año 1984, disputado en el circuito de Jacarepaguá, en Río de Janeiro, marcó el debut del paulista en la Fórmula Uno.
En 1985 se unió a la escudería Lotus y a partir del año 1988 compitió para McLaren, hasta que en 1994 se incorporó al equipo Williams.
En su destacada trayectoria, Ayrton Senna da Silva se consagró campeón mundial en tres oportunidades: 1988, 1990 y 1991, siempre con el equipo McLaren. Logró 41 victorias, consiguió 65 pole positions y subió 80 veces al podio.
