Uno de los museos automovilísticos más impresionantes del mundo se encuentra justo al lado de la sede de Porsche AG: el Museo Porsche, que este año cumple su décimo aniversario.
El 31 de enero de 2009, los primeros visitantes ingresaron al espectacular edificio de Porscheplatz 1 en Stuttgart-Zuffenhausen.
También te puede interesar: Suecia es el rally blanco
“Aquellos que tienen la suerte de convertir sus sueños en un negocio, tienen la obligación ante el mundo de ser los guardianes de esos sueños”. Este comentario del Dr. Ing. h.c. Ferdinand Porsche podría considerarse la piedra angular, al menos en espíritu, del Museo Porsche. Su sueño se hizo realidad.
Los 5.600 metros cuadrados de espacio para las exhibiciones en el futurista edificio del museo creado por el arquitecto vienés Delugan Meissl tienen capacidad para más de 80 vehículos, desde los primeros diseños de Porsche hasta la última generación del 911.
En el primer año después de su apertura el Museo Porsche evocó vívidamente el atractivo y la diversidad de la marca Porsche para más de 700.000 visitantes de todo el mundo. Hasta la fecha, el Museo Porsche ha recibido a 4.5 millones de visitantes.
El lugar sirve de punto de encuentro para clientes internacionales, así como para muchos otros visitantes que son fanáticos de los autos deportivos Porsche, incluso aunque ellos mismos no tengan un Porsche en sus garajes. Si bien la llamativa arquitectura del edificio refleja el carácter distintivo, la seguridad y la herencia de Porsche, la exposición mantiene viva cada pulgada de la historia de la empresa; adicionalmente, el ‘Museo sobre Ruedas’ recorre el mundo con todos los autos deportivos que aún hoy están en perfecto funcionamiento y pueden cobrar vida. Eso hace que el museo sea adecuado no solo como un espacio de exposición, sino también como una plataforma para la comunicación, un componente central del diálogo regular que Porsche mantiene con el público en general.
También te puede interesar: Volkswagen revive al buggy
A diferencia de otros museos automotrices, el Museo Porsche rechaza conscientemente el enfoque de ‘zona de descubrimiento’. En el Museo Porsche, los vehículos deben poder hablar por sí mismos; el hilo temático es proporcionado por las exhibiciones en sí, y no por indicaciones externas que indiquen al visitante lo que deben pensar o sentir. Además, el museo adopta una misión educativa para cumplir una función cultural que marca tendencias en el tradicional lugar ubicado en Zuffenhausen. Utilizando técnicas de museo vanguardista, la exposición transmite una gran cantidad de conocimientos históricos y contemporáneos sobre la compañía Porsche. Dependiendo de sus intereses individuales, los visitantes pueden acercarse a las exposiciones y al historial de la compañía desde una variedad de perspectivas. Porsche evita deliberadamente las campañas de publicidad en su comunicación con los visitantes, y pone el énfasis en su misión cultural de educar.
De acuerdo a la posición preeminente de Porsche dentro de la industria automotriz alemana, el museo sirve de plataforma para informar a los visitantes nacionales e internacionales sobre la historia y los logros de este rubro local. Además de su orientación temática, el atributo más notable del concepto de la exposición es su flexibilidad, tal como corresponde a la marca Porsche. Todas las exhibiciones de vehículos son ‘móviles’ en un sentido muy real. En otras palabras, la exposición en sí misma y todas las instalaciones pueden ser fácilmente reconfiguradas y las exhibiciones pueden cambiarse para mantener un alto nivel de variedad y atractivo. Un recorrido cronológico presenta la historia del automovilismo y los vehículos de serie de la empresa.
Además de la exposición, el Archivo Histórico y el taller para vehículos clásicos que se encuentra tras una fachada de vidrio, el interior del museo, predominantemente blanco, alberga una amplia gama de establecimientos para comer y beber –cafetería, restaurante bistró y restaurante gastronómico–, así como áreas de conferencias de gran capacidad. El Museo Porsche también puede ser utilizado para albergar conferencias, proyecciones de películas y conciertos, entre otras actividades, sin entorpecer la exposición principal.
El museo ubicado en la Porscheplatz disfruta de un lugar propicio en la historia automotriz alemana. Aquí fue a donde fue trasladada la antigua oficina de ingeniería de Porsche, desde el centro de Stuttgart hasta la Planta 1 de Zuffenhausen, en el 1938. En ese mismo año, este fue el lugar de nacimiento del modelo que finalmente evolucionó hasta convertirse en el VW Beetle, seguido en 1939 por el Modelo 64, el precursor de todos los autos deportivos Porsche que es conocido con el sobrenombre ‘Coche Berlín-Roma’. Los autos deportivos que lucen el famoso escudo de Porsche han sido fabricados en Zuffenhausen desde 1950.