Con los resultados logrados en la octava prueba de la categoría LMP1, la cual se desarrolló en el circuito de Shanghái, en China, por tercer año consecutivo Porsche logró adjudicarse los títulos de Pilotos y Constructores en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), al haber culminado sus autos en segundo y tercer lugar en esa penúltima prueba de la temporada.
El trío de pilotos oficiales compuesto por Earl Bamber (Nueva Zelanda), Timo Bernhard (Alemania) y Brendon Hartley (Nueva Zelanda) terminó en el segundo puesto en la carrera de seis horas de Shanghái y con ello se convirtieron en los nuevos campeones del mundo. Sus compañeros de equipo, el campeón del mundo saliente Neel Jani (Suiza), André Lotterer (Alemania) y Nick Tandy (Gran Bretaña), acabaron terceros en China. Una incidencia técnica al principio de la prueba les retrasó.
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La victoria en esta octava de las nueve carreras que componen el WEC fue para Toyota. Hasta la vuelta 174 de las 195 de que constaba la competencia, parecía que la definición del título de Constructores permanecería abierta hasta la última prueba, que tendrá lugar dentro de dos semanas. Pero entonces, el segundo Toyota tuvo que parar en boxes para ser reparado después de una colisión, y cada uno de los dos Porsche 919 Hybrid subió un puesto. La carrera se desarrolló en una pista completamente seca. El asfalto abrasivo del circuito chino que también es utilizado por Fórmula Uno fue, como siempre, un factor decisivo.
Así fue la carrera para el auto número 1: Nick Tandy, que cumplió 33 años el día de la carrera, tomó la salida y peleó con los dos Toyota para defender su segunda posición, algo que consiguió hasta que, en la vuelta 19, un problema con un sensor le hizo perder posiciones. Nick recibió instrucciones por radio para reiniciar el sistema. Así, el 919 volvió a funcionar bien, pero Tandy estaba entonces en el cuarto lugar, rodando un minuto y 15 segundos por detrás del otro Porsche, que era tercero. Tandy entró a repostar después de 31 vueltas. Al final del giro 62, hizo la segunda parada. Neel Jani continuó con neumáticos nuevos, a una vuelta del Toyota líder. Con 75 giros completados, Jani aprovechó un periodo de bandera amarilla completa para repostar de nuevo. En la vuelta 91 también fue doblado por el segundo Toyota (número 7). La siguiente parada para repostar llegó tras 106 giros: los mecánicos limpian el splitter frontal y Jani continuó con dos neumáticos usados y dos nuevos. A las 136 vueltas, el Porsche número 1 cargó otra vez combustible. André Lotterer se puso al volante y salió con gomas nuevas. Paró a repostar, por última vez, tras 167 giros. Cuando el Toyota número 7 entró en boxes para ser reparado después de una colisión, Lotterer subió al tercer puesto.
Así fue la carrera para el auto número 2, que consagró a los nuevos campeones mundiales de pilotos: durante un corto periodo después de la largada, Earl Bamber consiguió mejorar hasta la tercera posición, pero luego tuvo que dejar pasar al Toyota número 8, que era más veloz, y bajó a la cuarta posición. Cuando el otro Porsche tuvo el problema técnico, Bamber subió al tercer lugar. Paró a repostar tras 30 vueltas y, después de 61 giros, cedió el testigo a Brendon Hartley, quien salió con gomas nuevas. Tras 76 vueltas, aprovechó para repostar mientras había bandera amarilla completa. Tres giros más tarde, Hartley fue empujado casi fuera de la pista por un LMP2. Hubo contacto, pero sin daños. Al completarse las 107 vueltas, Hartley puso de nuevo combustible. Siguió con los mismos neumáticos, pero los mecánicos cambiaron el frontal para retirar la basura acumulada. En la vuelta 126, Hartley fue doblado por el líder, el Toyota número 8. Al cumplir 137 giros, Hartley entregó el volante a Timo Bernhard, quien continuó con ruedas nuevas. Puso combustible en la vuelta 166 y subió al segundo lugar cuando el Toyota número 7 entró a boxes para ser reparado tras la colisión.
Estas fueron las declaraciones de los nuevos campeones mundiales. Earl Bamber: “¡Campeón del mundo! Suena increíble. El equipo ha peleado duro para ello durante todo el año y ahora hemos logrado los campeonatos del mundo de Constructores y Pilotos. Hice un relevo doble al comienzo de la carrera. Iba bien, pero no parecía que lleváramos los neumáticos correctos. Traté de gestionarlos de la mejor forma posible para ese relevo doble. Las ruedas aguantaron muy, muy bien, pero no tuvimos opción frente a los Toyota. Nuestra misión era terminar terceros, aunque luego, al final, nos encontramos con un segundo puesto. Este fin de semana es muy especial. Casi no puedo creer que haya ganado mi primer campeonato con Porsche en 2013, sólo hace cuatro años”.
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Timo Bernhard: “El segundo título de campeón del mundo… es difícil explicarlo en palabras. Es un honor correr para el equipo Porsche LMP y para la marca; es extraordinario. Me siento aliviado de haber logrado ambos títulos aquí. Ahora podemos afrontar Bahréin un poco más relajados. Mi relevo fue bueno, aunque, por supuesto, sabía que una tercera plaza sería suficiente. Pude haber apretado más, pero no era necesario. Al revés, reduje un poco el ritmo por seguridad. Toyota no estaba a nuestro alcance, pero nuestro auto era fiable y el equipo hizo otro trabajo sensacional. De eso se trata en las carreras de resistencia. Muchas, muchas gracias a todos y, por supuesto, a Brendon y Earl”.
Brendon Hartley: “Fui el segundo en subir al auto y me mantuve en él durante 76 vueltas. Perdimos mucha carga aerodinámica al principio, por lo que el primer relevo resultó duro. En la parada cambiamos el frontal, lo que hizo que mejorásemos en ese aspecto. Pero nosotros teníamos un juego de neumáticos menos que el resto de autos, después de haber perdido uno en la clasificación. Eso suponía que estábamos un poco fuera de juego. A pesar de todo, hemos tenido un año increíble. Lograr el título después de haber ganado en Le Mans… pasará tiempo hasta asumir todo esto. He tenido semanas de mucho trabajo, pero compartir este momento con Earl y Timo será algo que no olvidaré en mi vida”.