A la uruguaya. Peleando con todo y contra todo, sin bajar nunca los brazos, sin entregarse, aún sabiendo que el auto no estaba a la altura de las circunstancias, que solo tenía una oportunidad para ser campeón, pasar a Ed Jones y tratar de irse lo más adelante posible. No había tiempo de revancha ni de mirar atrás.
Así encaró Santiago Urrutia la última carrera del certamen de IndyLights. Jugado al todo o nada, sabiendo que no había mañana y que el esfuerzo de todo el año se jugaba en las 38 vueltas de esa carrera de clausura de la temporada.
La situación no era fácil. al contrario. Santi tenía que llegar adelante de Jones y esperar por la ubicación del piloto de Emiratos Árabes.
Y Santi hizo todo bien. Largó muy bien, superando a Jones en la vuelta inicial, tal como lo tenía previsto, colocándose segundo.
Zach Veach agarró el liderazgo y lo mantuvo a lo largo de las 38 vueltas, para quedarse con la victoria.
Atrás, Santi lo seguía sabiendo que no iba a poder alcanzarlo, mientras Kyle Kaiser era tercero, Felix Serralles cuarto y Ed Jones, quinto.
Con ese resultado, Santi traía la corona para Uruguay. Todo parecía darse de acuerdo a lo que se esperaba.
Pero, como tantas veces, hubo un pero. En la última vuelta, el portorriqueño Felix Serralles se abrió ampliamente en una curva para dejar pasar en forma cómoda y segura a su compañero del equipo Carlin Ed Jones, para que éste pudiera llegar en cuarto lugar y de esa manera quedarse con la corona 2016 de IndyLights.
Así terminó la historia de esta temporada 2016 de la categoría norteamericana. Ganó Veach, escoltado por Santiago. Kaiser fue tercero, Jones cuarto, Serralles quinto y André Negrao, sexto.
Un final que podía palpitarse cuando Jones iba muy cubierto por Serralles, sin asumir riesgos. Claro, seguramente ya estaba todo digitado en el seno del equipo Carlin: “me pasás y sos campeón”.
Esto enaltece y jerarquiza aún más la estupenda labor de Santiago Urrutia en su primera temporada en IndyLights, en la que fue el piloto más ganador del año, peleó el título hasta el final, jamás se dio por vencido y se retiró como auténtico triunfador.
