Mitsubishi ASX Test Drive

MIitsubishi ASX, el imperio de los sentidos

Nota y fotos: Luis César Piedra Cueva – Autoanuario

Es una de las marcas tradicionales de Japón, con gran
desarrollo en una enorme variedad de áreas industriales. Fundada en 1870, fue
la primera en comenzar la fabricación de automóviles en serie en su país hace
casi 100 años, allá por 1917.

A la reconocida calidad típica de la industria japonesa,
Mitsubishi suma una rica historia particular en la que ocupa un lugar destacado
su incursión en el automovilismo. La serie EVO de la línea Lancer sin dudas que
continúa en el liderazgo de los coches para Rally preferidos por los más
destacados pilotos y equipos del mundo, mientras que con los Montero marcó a
fuego los anales del antiguo y durísimo París Dakar.

Como corolario de toda esa tradición, mezclada además con la
meticulosidad milenaria de la cultura nipona, surge uno de los últimos modelos
de la marca, recientemente ingresado a nuestro mercado.

Denominado Mitsubishi ASX, es un SUV (o deportivo
utilitario, si lo castellanizamos) de mediano porte que, cargado de tecnología,
tiene en su concepción una serie de atributos muy interesantes.

Estéticamente, es armonioso y elegante. No presenta grandes
voluptuosidades ni músculos exuberantes pero, naturalmente, de algún modo el
fabricante necesitaba anunciar que a pesar de esas formas apacibles, por debajo
se oculta una tradición aventurera y deportiva. La gran careta frontal cumple
cabalmente con esa tarea.

Espejos eléctricos que se pliegan con el bloqueo, lavafaros
delanteros eyectables y sensor de aproximación para desbloquear y que habilita
el encendido mediante botón, son los primeros indicios de los detalles que
configuran al ASX.

Pero esa comodidad continúa en aumento. Al ingresar, nos
encontramos con un amplio espacio interior, elegantemente revestido en cuero,
con un moderno panel de instrumentos, y la pantalla táctil de 7” localizada en
el panel central. A su vez, el asiento del conductor con ajustes eléctricos y
calefaccionados en ambas plazas delanteras aportan su cuota parte para abrazar
al cuerpo con amabilidad.

Ese ambiente cordial todavía puede incrementarse un poco
más. Activando uno de los comandos de la consola de techo, es posible retraer
el parasol articulado que pone al descubierto el techo de cristal. De más está
decir que la mágica visión de un cielo estrellado, marchando en la noche por la
inmensidad de la carretera, es fantástica.

Y aun en caso de mantenerlo oculto, se puede encender un
sistema de luces led tenues, ubicadas lateralmente a lo largo del techo, que
generan un tono en naranja, muy cálido, con tres niveles de intensidad.

Cuando el Mitsubishi ASX se pone en movimiento, los sentidos
siguen de fiesta. La delicadeza, característica constante, continúa
manifestándose con todos sus componentes mecánicos en actividad. Los 147 HP del
motor 2.0 fluyen con naturalidad, silenciosamente, y llegan a las ruedas a
través de la caja de cambios automática, con opción secuencial mediante aletas
ubicadas al volante. El sistema CVT, cambios de marchas continuamente
variables, es protagonista fundamental para ofrecer un confort exquisito en el
andar.

Literalmente, se desliza. Con la misma suavidad que se mueve
dentro de la ciudad y sobre pavimentos lisos, también alcanza velocidades altas
(y muy altas) de forma imperceptible. Ofrece además una buena agilidad, con
respuestas rápidas y gran docilidad a la hora de maniobrar.

Si bien tanto refinamiento y confort lo disimulan bastante,
la genética aventurera y deportiva de Mitsubishi no podía estar ausente en el
ASX. Basta con pulsar el botón ubicado al costado del freno de mano para que se
active la doble tracción de alta o baja, según se necesite, y, al igual que
cuando optamos por la diversión deportiva, caja secuencial mediante, la demanda
del pie derecho provoca un agradable rezongo del motor, que inmediatamente
manifiesta sus capacidades extremas.

Previsiblemente, el desempeño en ambas situaciones es
magnífico, sin perder en absoluto su compostura. Y en caso de cometer algún
exceso, el control de estabilidad está siempre atento para realizar las
correcciones necesarias. Además, en el mismo sentido de la seguridad, cuenta
con frenos con ABS y EBD y airbags frontales, laterales, de cortina y de
rodillas.

Este micromundo, donde los sentidos son amablemente
tratados, es una maravilla de la industria nipona, que como nunca hace honor a
un antiguo dicho popular que simbólicamente ejemplificaba: quien sube a un auto
japonés, nunca más se baja.

El Mitsubishi ASX es un fiel exponente de este segmento
polivalente, de gran crecimiento en nuestra región, que concentra las mejores
características de la marca del diamante.