En un comunicado realizado en conjunto, el fabricante Honda y los equipos de Fórmula uno Red Bull y Alpha Tauri han informado que el acuerdo para la provisión de motores culminará al final del campeonato mundial de 2021, debido a que la empresa japonesa tomó la decisión de volver a alejarse de la Fórmula Uno.
De esta manera, se abre una gran interrogante con respecto al futuro de los dos equipos, que deberán comenzar a trabajar para tratar de conseguir un nuevo proveedor de motores para la temporada 2022.
Honda retornó a la Fórmula Uno en el año 2015, volviendo a concretar una alianza con el equipo McLaren, seguramente con la idea y esperanza de reverdecer las épocas doradas que llevaron al equipo británico y al fabricante japonés a dominar la categoría, logrando varios títulos mundiales.
Pero en esta nueva etapa los resultados no aparecieron, la relación se fue desgastando y terminó por concretarse la ruptura, disolviéndose la unión McLaren/Honda, lo que propició que se formara una nueva alianza a partir de 2018, en este caso, con el entonces llamado equipo Toro Rosso.
Por otra parte, en el año 2019, Red Bull se unió a su equipo satélite Toro Rosso, comenzando a utilizar ambas escuderías los impulsores japoneses.
Desde Honda, los motivos que expresaron sus representantes indicaron que la actual política de la empresa apunta al nuevo objetivo de contar para el año 2050 con motores que no produzcan gases contaminantes, por lo que todos los esfuerzos de sus divisiones de investigación y desarrollo apuntarán a ese objetivo, lo que lleva a dejar de lado la fabricación de los motores de competición de Fórmula Uno.
Es evidente que el retorno de Honda no ha sido todo lo exitoso que esperaban y deseaban sus responsables, por más que los motores japoneses llegaron a ganar carreras en esta nueva etapa con Red Bull y Alpha Tauri (la actual denominación de la escudería Toro Rosso), pero nunca llegaron a estar en condiciones reales de pelear por el título mundial.
Ahora, lo más trascendente, más allá de las lógicas complicaciones que implica para la Fórmula Uno la salida de un fabricante de motores, radica en saber qué solución podrá encontrar Red Bull para motorizar a los cuatro autos de sus dos equipos, a partir de 2022.