El certamen mundial regresa a la cuna


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El certamen mundial regresa a la cuna

Nelson Vicente – Contacto: [email protected]

La fecha del sábado 13 de mayo de 1950 ocupa un lugar de privilegio en la historia del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, porque ese día, en el mítico y legendario circuito de Silverstone, se disputó el Gran Premio de Inglaterra, que fue la competencia inaugural de esa primera temporada del certamen mundial de la llamada Fórmula Uno moderna, produciéndose de esa manera, el estreno de una categoría que con el paso de los años y las décadas iba a convertirse en la más importante del automovilismo mundial.

El circuito de ese primer gran premio británico, que estuvo organizado por organizado por “The Royal Automobile Club”, se diagramó en un aeródromo utilizado por la Real Fuerza Aérea en la Segunda Guerra Mundial.

Para conocer la génesis de ese primer gran premio de la Fórmula Uno hay que remontarse varias décadas atrás, pudiendo llegar incluso a ubicarse a las primeras competencias que comenzaron a desarrollarse en los últimos años del siglo XIX, las que tuvieron su continuidad en los albores del siglo pasado.

Por ese motivo, a medida que se iba acrecentando el interés por las carreras de autos, también comenzaron a surgir distintas instituciones dedicadas a la organización de competencias y campeonatos, tanto en el continente europeo como en Estados Unidos.

En el año 1904 se creaba la Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus, que luego daría paso a la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

Por otra parte, impulsados por los primeros fanáticos tuercas, comenzaron a surgir los primeros circuitos, destacándose, entre otros, el de Brookland, en Inglaterra, que fue el primero de la historia, inaugurado en 1907, el legendario óvalo de Indianápolis, construido en 1909 y el mítico autódromo de Monza, que inició su actividad en 1922.

Lógicamente que en aquella época cada país tenía sus propios reglamentos, la mayoría de los cuales se regían por el peso del auto y el tamaño y la potencia del motor.

Con la finalidad de potenciar el crecimiento del automovilismo deportivo a nivel internacional, comenzaron a realizarse reuniones para tratar de unificar los reglamentos técnicos, lo que llevó a que a mitad de la década de los años ’20, se formara un certamen mundial de constructores, integrado por cuatro carreras: los grandes premios de Europa (con sede en Inglaterra), Francia e Italia, más las 500 Millas de Indianápolis. En la siguiente década se creó el Campeonato de Europa de Pilotos, el que se desarrolló hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Finalizada la guerra, volvieron a disputarse competencia en diversos países, hasta que en el año 1949 la FIA informó que a partir del siguiente año comenzaría a disputarse un Campeonato Mundial de Pilotos, cuyo primer gran premio fue el de Inglaterra.

Las otras carreras que integraron esa temporada inaugural se disputaron en Mónaco, Indianápolis, Suiza, Bélgica, Francia e Italia.

Giuseppe “Nino” Farina ganó el primer gran premio del certamen mundial.

En esa primera histórica competencia largaron 21 pilotos, representando a nueve países y estuvo pactada a 70 vueltas al circuito de 4.700 metros de extensión.

De acuerdo a algunos informes de época, se estima que el espectáculo contó con más de 150.000 espectadores, entre los que se destacó la presencia del Rey Jorge VI y de la Reina Isabel.

El equipo Alfa Romeo se presentó con la Alfeta 158 fabricada en 1938, y estaba integrado por Juan Manuel Fangio, Giuseppe Farina, Luigi Fagioli y Reg Parnell. Eran los grandes favoritos para quedarse con la victoria. Louis Rosier estaba con un Talbot-Lago T26C, al igual que Y. Giraud-Cabantous, siendo estas dos marcas, Alfa y Talbot, los únicos equipos oficiales presentes, por más que hubo siete participantes con Maserati, entre los cuales se destacaban Louis Chiron y el Príncipe Bira.

La Scuderia Ferrari no estuvo presente en Silverstone, pero se incorporó al certamen para la segunda fecha.

Dando razón al favoritismo previo, la grilla de largada la encabezaban Farina, Fagioli, Fangio y Parnell.

Según comentarios especializados, las primeras vueltas del gran premio tuvieron “un desarrollo muy interesante”, producto del intercambio de posiciones realizado la “triple F”: Farina, Fagioli y Fangio, situación que decidieron los propios pilotos como forma de darle más interés a la competencia, porque los autos de las otras marcas no estaban a la altura de los Alfa Romeo.

Pasados esos primeros giros, Giuseppe “Nino” Farina se fue consolidando como líder, para terminar ganando la competencia, luego de haberla liderado durante 63 de las 70 vueltas, quedando en la historia como el triunfador del primer gran premio del Campeonato Mundial de la Fórmula Uno.

El piloto italiano empleó dos horas, 13 minutos y 23,6 segundos para lograr la victoria, escoltado a 2,6 segundos por Fagioli, con Parnell en el tercer lugar, a 52 segundos del ganador. Giraud-Cabantous terminó cuarto, a dos vueltas, seguido por Louis Rosier. El promedio del ganador fue de 146.370 km/h y fueron 12 los participantes que clasificaron al final de la histórica competencia. Entre los abandonos se contó el de Fangio, en la vuelta 62 por la rotura de un caño de lubricante.

En la actualidad, cuando se discute si pilotos como Fernando Alonso (42 años), Lewis Hamilton (39) o Daniel Ricciardo (35) siguen estando vigentes para competir en la Fórmula Uno, llama la atención, y es bueno recordar si se pretende trazar un paralelismo entre una y otra época, que ese primer gran premio Farina lo ganó con 43 años de edad, mientras que su escolta Fagioli estaba por cumplir 52. Louis Chiron y Philippe Étancelin también tenían más de 50 años, mientras que, con sus 38 años, el “Chueco” Fangio era uno de los más jóvenes.

Este fin de semana Silverstone volverá a recibir al certamen mundial de Fórmula Uno para la disputa de la duodécima fecha de la temporada.

Fotos: archivo.

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