Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
Desde que el 29 de diciembre de 2013 Michael Schumacher sufrió un gravísimo accidente, cuando estaba esquiando (acompañado por su hijo Mick) en la estación invernal de Méribel, ubicada en los Alpes franceses, su estado de salud ha pasado a ser una verdadera incógnita.
Aquel día, el káiser iba por una zona no habilitada, cuando sufrió una caída, golpeando duramente su cabeza contra una roca.
El expiloto fue trasladado urgentemente al Hospital Universitario de Grenoble, donde pocas horas después se entregó el primer parte médico sobre su estado de salud, que indicaba que tenía un traumatismo craneoencefálico severo con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso.
Ese fue el último informe oficial con respecto a su salud, porque a partir de ese momento hubo una infinidad de noticias que pretendían informar con respecto a la salud del káiser, la mayoría de las cuales eran infundadas.
Además, sigue en pie el blindaje que la familia de Schumacher (encabezada por su espora Corinna) ha realizado en referencia a la situación del expiloto, lo que no ha permitido saber con certeza cuál es su estado de salud.
El único visitante que ha emitido alguna opinión ha sido Jean Todt, es jefe de equipo de Ferrari en la época del alemán y es presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), quien, escuetamente, comentó que el actual Schumacher no es el que se había conocido…
Una notable trayectoria
Uno de los pilotos más talentosos de todos los tiempos en la Fórmula Uno fue Michael Schumacher y, sobre ese punto específicamente, no pueden surgir dudas.
Sí pueden haber opiniones encontradas con respecto a si fue el más grande de toda la historia de la máxima categoría, pero en este aspecto entran a tallar otros elementos, tales como la época en la que el alemán brilló en la Fórmula Uno y los grandes cambios que fueron teniendo los autos y los circuitos con el pasar de las décadas, algo indudable, pero que igualmente permite colocar al káiser como uno de los más notables, a la altura de grandes pilotos como Juan Manuel Fangio, Jim Clark, Jackie Stewart, Niki Lauda, Alain Prost y Ayrton Senna, entre otros, hasta llegar a la época actual con los más destacados como Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y Max Verstappen…
Lo cierto es que la excepcional trayectoria de Schumi lo ubica en un lugar de privilegio en la historia de la popular categoría, sin ningún tipo de discusión ni duda.
Schumacher, cuyo primer contacto con el karting lo tuvo a los cuatro años, en un kart construido por su propio padre, llegó a la Fórmula Uno en el año 1991, precedido de destacados antecedentes, entre ellos el vice campeonato del mundo de karting junior a sus 16 años y varios títulos obtenidos en categorías promocionales.
El debut del alemán en el equipo de Eddie Jordan fue bastante sorpresivo. Se produjo en el Gran Premio de Bélgica sustituyendo al belga Bertrand Gachot, que estaba preso por un lío con un taximetrista de Londres.
Schumacher no desaprovechó la oportunidad y se lució en clasificación pero abandonó la carrera tempranamente por problemas mecánicos.
El alemán fue campeón del mundo dos veces con Benetton. Foto: EFE.
Flavio Briatore puso la mira en el germano y para el siguiente gran premio Schumi ya estaba corriendo con Benetton, luego de un fallo judicial favorable al equipo italiano en una demanda promovida por Jordan.
En 1992 obtuvo su primer triunfo en Spa-Francorchamps y terminó cuarto en el campeonato. Al año siguiente ganó en Portugal.
Al llegar la temporada de 1994, Schumacher y Benetton estaban prontos para luchar por el campeonato.
El alemán obtuvo su primera corona mundial ese año, ganándole el campeonato por un solo punto de diferencia a Damon Hill en un polémico final del certamen, después que el káiser golpeó al auto del británico, provocando el abandono de ambos y logrando coronarse.
En la siguiente temporada logró revalidar el título y al culminar el año abandonó Benetton para incorporarse a la Scuderia Ferrari.
En el equipo de Maranello vivió su época más exitosa y gloriosa, con la conquista de cinco campeonatos del mundo. Allí estuvo hasta el año 2006, cuando decidió abandonar la Fórmula Uno.
Retornó en 2010 con el proyecto de Mercedes, equipo en el que estuvo hasta su retiro definitivo, en 2012.
Su época más gloriosa con la escudería de Maranello
Escena reiterada. Schumacher y Todt festejando un triunfo con Ferrari.
Los primeros años de Schumacher en Ferrari no fueron muy positivos. En 1996 el auto de Maranello no tenía gran performance y al año siguiente peleó el título hasta la última fecha con Jacques Villeneuve. Schumi chocó intencionalmente al canadiense y terminó abandonando, pero, además, en castigo por la acción desleal, la FIA le quitó todos los puntos que había obtenido en el torneo.
Los dos años siguientes fueron con dominio de McLaren, con Mika Hakkinen campeón, aunque en 1999 el alemán se fracturó una pierna en Silverstone y se perdió seis fechas del certamen.
A partir del año 2000 comenzó la exitosa e inolvidable etapa del káiser con los autos de Maranello, logrando el primero de sus cinco títulos mundiales con Ferrari, cerrando una sequía para la escudería, que no se coronaba desde 1979.
Desde 2001, la supremacía y el dominio de Schumacher y Ferrari fueron incuestionables, sumando victoria tras victoria y batiendo récords año a año. En 2002 subió al podio en las 17 carreras, ganando 11 de las 17 fechas, superando en esa temporada el récord de 51 triunfos que tenía Alain Prost.
El año 2004 fue impresionante. Ganó 13 de 18 carreras y obtuvo su séptimo título mundial, que fue el quinto consecutivo, récord que permanece aún vigente.
Y en 2006, el año de su alejamiento de Ferrari, ganó el Gran Premio de China, logrando su victoria número 91, marcando un nuevo récord y consiguiendo de esa manera 72 triunfos con la Scuderia Ferrari.
La victoria en el Gran Premio de China de 2006 fue la última del alemán en la Fórmula Uno.
