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Sergio Pérez ganó el domingo pasado el Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula Uno disputado en el circuito La Corniche de la ciudad de Jeddah.
Un gran premio que volvió a demostrar la supremacía absoluta de los autos del equipo Red Bull, con una categórica demostración, tal como quedó en evidencia y sin discusiones con lo sucedido en el circuito árabe, en el que el principal rival del mexicano fue su propio compañero de equipo Max Verstappen.
Y lo que también quedó en evidencia es las dificultades que está atravesando en la interna la escuadra de origen austríaco, algo que no es ninguna novedad y que ya se venía notando desde la pasada temporada.
Es indudable e innegable que la relación entre los dos pilotos se ha ido complicando y todo indica que las diferencias entre ambos se han ido agudizando, tal como quedó comprobado en la carrera de Jeddah.
Pérez largó desde el primer lugar de la grilla y Verstappen desde el puesto 15, por haber tenido problemas mecánicos en clasificación.
Pero el neerlandés se vino para adelante buscando la victoria y durante muchas vueltas se entabló una dura lucha entre ambos, con el riesgo de sufrir un incidente que pudiera llegar a dejarlos a ambos fuera de carrera.
El mexicano se mostró muy molesto con Verstappen y así lo demostró en sus declaraciones, dejando entrever que el neerlandés no había respetado las órdenes del equipo. Pérez se basó en que desde boxes indicaron mantener un ritmo de carrera sin asumir riesgos, pero en la última vuelta, Verstappen apretó a fondo el acelerador, quedándose con el récord de vuelta en carrera, lo que le otorgó el punto extra con el que lidera el campeonato. Y hay que destacar que, hasta ese último giro, el mejor tiempo de vuelta era de Pérez, por lo que si lo hubiera mantenido, habría quedado él como líder del campeonato, escoltado por Verstappen, por lo que se entiende claramente la bronca y la molestia que tiene el mexicano.
Así está la situación en la interna de Red Bull, una situación que está poniéndose al rojo vivo y no, precisamente, en referencia al nombre de la escudería.
Otro de las situaciones polémicas en Jeddah tuvo como protagonista a Fernando Alonso que en la pista terminó en tercer lugar con su Aston Martin. Pero las autoridades lo penalizaron con 10 segundos, por lo que cayó al cuarto puesto.
Pero el equipo Aston Martin apeló la decisión de los comisarios, logrando tener éxito con su gestión, por lo que, finalmente, el asturiano fue reubicado en la tercera posición, logrando de esa manera su centésimo podio en la Fórmula Uno, el que, además, fue el segundo consecutivo de esta temporada.
El exclusivo club de los 100 podios
La mayor ilusión de todo piloto de cualquier categoría, es la de ganar carreras, coronarse campeón, o, al menos, poder subir al podio en alguna competencia.
En la Fórmula Uno son solamente seis los pilotos que han logrado subir al podio en, por lo menos, un centenar de grandes premios y, lógicamente, todos ellos han sido campeones del mundo.
Lewis Hamilton lleva cosechados 191 podios, Michael Schumacher consiguió 155 y Sebastian Vettel 122. Alain Prost sumó 106 y Kimi Raikkonen logró 103, por lo que Fernando Alonso, que el domingo llegó a 100 podios, puede llegar a colocarse este año entre los cuatro pilotos que más podios han obtenido en la historia de la máxima categoría.
Foto: AFP.