Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
Es bien sabido que cuando Audi se embarca en un proyecto deportivo lo hace con toda la convicción, capacidad y confianza de poder llegar rápidamente a los primeros planos, sea en la categoría que sea.
Quienes hemos tenido el privilegio de ver y conocer la interna del equipo Audi Sport y apreciar directamente la metodología de trabajo, como en nuestro caso en las célebres 24 Horas de Le Mans, podemos dar un claro testimonio de lo que es la filosofía deportiva de la marca germana.
Cuando Audi resolvió encarar el enorme desafío de competir en el Rally Dakar con un vehículo híbrido, muy pocos dudaron del poder de la casa de Ingolstadt para lograr su objetivo.
Y las pruebas estuvieron a la vista en la pasada edición, cuando en su debut en el rally más duro y exigente del mundo, el RS Q e-tron logró cuatro victorias de etapa, dejando claro que de no haber sido por algunos inconvenientes, alguno de sus pilotos bien podría haberse mezclado en la lucha por la victoria.
Ahora, para su segunda participación, se ha redoblado la apuesta con la creación del nuevo prototipo, el Audi RS Q e-tron E2. La sigla E2 es en recuerdo del legendario Audi Sport Quattro del Grupo B del mundial de rally de los años 80.
El nuevo Audi llega pleno de novedades y modificaciones con la finalidad de que sus pilotos, Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Mattias Ekström, dispongan de una herramienta que les permita pugnar por el triunfo, tal como lo exige la exitosa historia de la marca de los cuatro aros.
Si se tiene en cuenta la versión anterior, a simple vista se notan los intensos trabajos que han permitido un completo rediseño, tal como lo asevera Axel Löffler, su diseñador jefe, quien ha expresado: “La aerodinámica es un aspecto que tampoco debe subestimarse en el desierto”. Y luego agregó: “La carrocería no conserva ni una sola pieza de su predecesor”.
Por estos motivos es que la carrocería ha sido completamente modificada y ahora dispone de una silueta más audaz y estilizada, con su parte frontal más afilada, a lo que hay que sumarle un claro angostamiento en la zona de la cabina, todo lo que ha redundado, junto a los trabajos realizados en la parte trasera, en alcanzar una reducción del 15% en cuanto a la resistencia aerodinámica, aunque la enorme toma de aire ubicada en el techo, continúa presente.
Los trabajos realizados también permitieron que, mediante una dieta estricta, el nuevo modelo perdiera 90 kilos, pero de todas maneras, por el nuevo reglamento, su peso no puede estar por debajo de los 2.100 kilos, lo que significa que debe pesar 100 kilos más que los otros participantes de la categoría debido a su particular condición de vehículo híbrido.
Por otra parte, otro punto a destacar es que los trabajos realizados han permitido rebajar notoriamente el centro de gravedad del auto. También se ha trabajado duro en tratar de lograr una mejor gestión de la energía, no solo buscando mayor eficiencia, sino también tratando de que la entrega de la energía sea más regular, porque uno de los problemas ocurridos en la pasada edición fue que en algunos momentos los picos de potencia eran bastante irregulares, lo que complicaba el accionar de los pilotos.
Las tareas y desarrollos que se realizaron parecen haber logrado optimizar este tema.
Además, está previsto utilizar un combustible renovable para reducir en más de un 60% sus emisiones de CO2 durante el rally.
Por su parte, en declaraciones a la prensa española, el piloto madrileño Carlos Sainz (triple ganador del Dakar) comentó: “Audi ha sido valiente al apostar por un auto tan sofisticado para una carrera como el Dakar. Reparto eléctrico de la tracción, recuperación de energía que nos hace no tener que usar apenas los frenos, tres motores eléctricos y un motor de combustión. Es un reto tecnológico descomunal”, terminó expresando.
Un sofisticado sistema impulsor
El impresionante RS Q e-tron E2 está alimentado por una batería recargable de 52 kWh, la que a su vez recibe la energía de un motor de dos litros de cilindrada, sobrealimentado, que deriva del que se utiliza en el DTM, un RS8 2.0 TFSI, el que, a su vez, es una evolución del EA888, que es capaz de llegar a producir 618 CV. Pero en el caso del Dakar, la potencia está limitada a 270 CV, aunque con el sistema híbrido funcionando a pleno junto con los motores eléctricos, la potencia total será de 392 CV.
De esta manera, la marca germana mantiene su fórmula de equipar al Audi RS Q e-tron E2 con el tren motriz eléctrico con autonomía extendida gracias al motor naftero cuya única función es como generador para alimentar las baterías, que le dan la energía al tren motriz eléctrico, con un motor en cada eje.
Por otra parte, Audi ha desarrollado un nuevo software de gestión de energía, el que permite una mayor eficiencia y rendimiento.
Fotos: Audi.