Enzo Ferrari, el hombre que se transformó en leyenda


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Enzo Ferrari, el hombre que se transformó en leyenda

Nelson Vicente – Contacto: [email protected]

El pasado domingo 14 se cumplieron 34 años del fallecimiento de una de las más destacadas e influyentes personalidades de la industria automotriz mundial: Enzo Ferrari, “Il Commendatore”.

Enzo Anselmo Giuseppe Maria Ferrari murió en Módena el 14 de agosto de 1988, a los 90 años, allí, en la misma ciudad en la que había nacido el 18 de febrero de 1898 y en la que, cuando era niño, se ilusionaba con ser cantante de ópera o periodista.

Pero cuando tenía 10 años su padre lo llevó a ver una carrera de autos cerca de su ciudad natal. Fue, como se dice popularmente, un amor a primera vista. A partir de ese momento Enzo comenzó a sentir una desenfrenada pasión por los autos y la velocidad, por lo que pocos años después comenzó a estudiar ingeniería.

La Primera Guerra Mundial golpeó fuerte a la familia Ferrari. Su padre falleció en 1914 y su hermano Alfredo murió dos años después. La empresa de estructuras metálicas de su padre dio quiebra y Enzo comenzó a trabajar como bombero en Módena, hasta que en 1917 también tuvo que ir a la guerra, donde contrajo neumonía y estuvo a punto de morir.

Al finalizar la guerra, el joven Ferrari quiso trabajar en Fiat, pero lo rechazaron. Finalmente ingresó en la  empresa Construzioni Meccaniche Nazionali (CMN), la que se dedicaba a reformar vehículos militares y de carga para transformarlos en vehículos de pasajeros. Enzo era el encargado de probar los autos, pero también aportaba ideas para las tareas de refacción de los vehículos.

Era un combo perfecto: participaba en el desarrollo de los autos, era piloto de pruebas y tenía un sueldo que le permitía sobrevivir en la dura época posterior a la guerra.

De esa manera comenzaba la historia, y su fuerte relación con el automovilismo, del hombre que llegó a ser un emblema, un ícono, un referente absoluto, creador del equipo más exitoso de la Fórmula Uno y de una marca legendaria, la que sigue siendo de las más famosas en todo el mundo.

En 1919 comenzó a competir en el incipiente automovilismo italiano, con un CMN, logrando destacarse. Poco tiempo después se compró un Alfa Romeo, iniciándose así una fuerte relación con la marca, convirtiéndose en piloto oficial.

Una década más tarde, su eficaz gestión llevó a que pasara a ser el responsable de toda la actividad deportiva de Alfa Romeo, lo que motivó que en diciembre de 1929 creara la sociedad deportiva Scuderia Ferrari, la que, por el momento, iba a ser la división oficial de competición de Alfa Romeo.  En 1933 Alfa Romeo retomó la conducción de la actividad deportiva, fundando Alfa Corse, por lo que Ferrari decide crear la empresa Auto Avio Construzioni, porque por una cláusula que tenía con Alfa Romeo, no iba a poder usar su apellido como marca por cuatro años.

Finalmente, en 1940 debutó el Ferrari 815, el primero de la larga y exitosa historia de la emblemática e incomparable marca de Maranello.

Lo demás ya es historia bien conocida: cientos de triunfos en diversas categorías y autos deportivos de excepcional performance.

Una vida cargada de problemas y frustraciones

La vida de “Il Commendatore” no fue todo lo feliz y exitosa que puede creerse, especialmente en referencia a una personalidad acostumbrada a lograr sus objetivos, con un empuje, una pasión y una determinación, admirables.

Enzo Ferrari con su esposa, Laura Garello.

El joven Enzo se casó en 1923 con Laura Garello. Pero su matrimonio estuvo marcado por la áspera relación entre Laura y su suegra, la que, lógicamente, repercutió duramente en la pareja. Cuando en 1932 nació Alfredo (Dino) se pensó que la situación podría mejorar, pero a los tres años de edad al niño se le descubrió una distrofia muscular, lo que complicó aún más la vida matrimonial. Tan dura y complicada era la convivencia, que Ferrari quiso divorciarse, pero Laura nunca lo dejó.

Con el tiempo, luego de varios romances “secretos”, “Il Commendatore” inició una relación con Lina Lardi, una joven aristócrata turinesa, que fue la madre de su segundo hijo, llamado Piero Lardi Ferrari, nacido en 1944.

Luego de la muerte de Laura, en 1978, Ferrari reconoció oficialmente a Piero como su hijo, quien, de todas maneras, ya trabajaba en Maranello. Piero estuvo vinculado al equipo de Fórmula Uno y luego pasó a desempeñarse como supervisor de la división de autos deportivos (no de competición) y en la actualidad sigue siendo accionista de la empresa.

En 1978 Enzo Ferrari se enfermó gravemente de los riñones, lo que lo alejó de la actividad hasta su muerte en 1988.

La gran rivalidad que dio origen a Automobili Lamborghini

El fabricante de tractores Ferruccio Lamborghini era propietario de una Ferrari 250 GTB, la que utilizaba diariamente, pero que adolecía de un importante y reiterado problema de embrague, lo que motivaba que Lamborghini tuviera que acudir demasiado a menudo a la fábrica para repararlo. Hasta que un día se enfrentó a Ferrari, criticando la fragilidad del famoso auto deportivo.

La respuesta de don Enzo fue bien cáustica: “Un tractorista no puede entender mis autos”.

Ese fue el inicio de la fábrica de autos deportivos Lamborghini, porque el constructor de tractores se juró que iba a comenzar a fabricarlos y que iban a ser mejores y más fiables que los construidos por Ferrari.

Fotos: Ferrari

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