Ganar un campeonato del mundo es algo extremadamente difícil, sea en la actividad que sea, y, la mayoría de las veces, es un halago muy complicado de obtener. Qué decir entonces de alguien que ha sido nueve veces campeón del mundo, habiendo logrado sus títulos en forma consecutiva.
Ese es el caso de Sébastien Loeb, el extraordinario piloto francés que ha ganado nueve ediciones del Campeonato Mundial de Rally, pero además se ha destacado también en otras categorías del automovilismo deportivo mundial, con notables gestiones en la célebre competencia 24 Horas de Le Mans y en el Rally Dakar, como así también en el Campeonato FIA GT y en los certámenes mundiales de Turismos y de Rallycross, contando además con una inolvidable gestión en la famosa Trepada de Pikes Peak.
En su infancia, (nació en Alsacia en 1974), dirigido por su padre que era profesor, Sébastien comenzó a practicar gimnasia, llegando a ganar cuatro campeonatos de Alsacia.
Loeb fue descubriendo su pasión por el automovilismo y debutó en rally en el año 1995, en el certamen “Rally Jeunes”, lo que le posibilitó pasar al equipo “Ambition Sport Auto”, con el que logró sus primeros triunfos en carreras regionales, obteniendo luego cuatro victorias a nivel nacional en la categoría 1.300 cc.
En 1999 el alsaciano ganó el Trofeo Citroën Saxo y comenzó a participar en el mundial, integrando el equipo de la federación francesa, a bordo de un Citroën Xsara Kit Car.
Al año siguiente se coronó en el certamen francés de Rally de Tierra. También con un Xsara Kit Car del equipo Citroën ganó el Rally de Var, por lo que la marca del doble chevrón lo contrató para la temporada 2001, en la que ganó el Campeonato de Francia de Rally de Asfalto.
En ese mismo año 2001 Loeb se adjudicó también el Campeonato Mundial Junior de Rally, logrando seis victorias, iniciando de esa manera una espectacular e inigualada trayectoria a nivel internacional y subió por primera vez al podio en la categoría mayor, al culminar en el segundo lugar en el Rally de San Remo con un Citroën Xsara WRC.
La primera victoria en el campeonato del mundo la consiguió en el Rally de Alemania de 2002, utilizando también un Xsara WRC.
El año 2003 fue el de su afianzamiento y consolidación en el certamen mundial. Loeb obtuvo tres victorias y terminó la temporada ubicándose en el segundo lugar, a un solo punto del campeón Petter Solberg, superando a sus dos laureados compañeros del equipo Citroën: Carlos Sainz y Colin McRae.
A partir de 2004 Loeb comenzó a dominar completamente el mundial de rally, logrando sus nueve títulos consecutivos y batiendo récord tras récord.
A lo largo de su exitosa trayectoria en el rally mundial, Sébastien Loeb tuvo como copiloto al monegasco Daniel Elena.
Ha sido el binomio más exitoso en la historia del campeonato del mundo, con una trayectoria inigualada hasta el presente.
Obtuvieron nueve campeonatos del mundo de rally en forma consecutiva, lograron 79 victorias y subieron al podio en 119 competencias, habiendo obtenido el mejor tiempo en 924 pruebas especiales, además de haber ganado 14 etapas en el Rally Dakar, consiguiendo un segundo puesto en 2017 y una tercera posición en 2020 en el rally más duro y exigente del mundo. Incluso, en varias etapas de diferentes ediciones Loeb y Elena llegaron a ubicarse como líderes de la clasificación general de la competencia.
En 2004 Loeb y Elena fueron el primer binomio no escandinavo que ganó el Rally de Suecia.
Al año siguiente ganaron todas las pruebas especiales del Rally de Córcega y en esa temporada marcaron el récord de seis victorias consecutivas.
Entre los récords que siguen vigentes, están los de nueve triunfos en Alemania y Cataluña y las ocho victorias en Argentina, 11 triunfos en una sola temporada (2008), y15 podios logrados consecutivamente, del Rally de Cerdeña 2008 al de Argentina 2009 más 28 fechas seguidas sumando puntos (Polonia 2009 a Australia 2011).
Fiel a su pasión, Sébastien Loeb participó en dos ediciones de la emblemática carrera 24 Horas de Le Mans. En el año 2005 terminó abandonando por problemas mecánicos, mientras que en 2006 ocupó la segunda posición de la clasificación general, compartiendo la conducción del Pescarolo C60 Judd con sus compatriotas Montagny y Helary.
A partir del año 2013 Loeb comenzó a participar esporádicamente en el certamen mundial, seleccionando las carreras que quería disputar, armando cada año un programa de actividades bastante acotado y en 2019 y 2020 corrió con Hyundai, dejando así de lado su histórica y exitosa relación con Citroën.
La última victoria de Loeb y Elena en el Campeonato Mundial de Rally fue en el Rally de Cataluña de 2018.
Por otra parte, el Rally Dakar 2021 fue la última vez que compitieron juntos, porque a raíz de una decisión tomada por el equipo BRX escudería para la que Loeb compite en el Dakar, que se mostró disconforme con la gestión de Elena, el alsaciano ahora tiene como copiloto al belga Fabian Lurquin.
Sin dudas que la gran pasión de Loeb fue el rally, pero su atracción por el automovilismo lo llevó a competir en diferentes categorías, con destacadas actuaciones.
En el año 2012, el alsaciano se adjudicó la victoria en los X Games de Los Ángeles, en Estados Unidos.
En junio de 2013, con un auto especialmente preparado para encarar ese tan especial desafío, Sébastien Loeb compitió en la famosa trepada de Pikes Peak, en Estados Unidos con un Peugeot 208 T16 “Pikes Peak”, el que tenía una brutal relación peso/potencia, de un caballo de vapor por kilo de peso.
El alsaciano ganó la competencia, marcando un nuevo récord, al emplear 8 minutos 13 segundos 878/1000 para completar el recorrido.
Además, en ese mismo año Loeb armó su propio equipo para participar en el Campeonato FIA GT, conduciendo un McLaren MP4-12C, logrando cuatro victorias.
Al año siguiente compitió en el Campeonato Mundial de Turismos con un Citroën C-Elysée del equipo oficial. Ese año y el siguiente terminó tercero en el campeonato, logrando seis victorias en total.
Entre 2016 y 2018 el alsaciano compitió en el Campeonato Mundial de Rallycross con el equipo Peugeot, logrando dos victorias en total.
Como dato anecdótico, en noviembre de 2008 Loeb condujo un auto de Fórmula Uno durante una jornada de entrenamientos libres desarrollada en el circuito de Montmeló, en Cataluña. El francés estuvo a bordo de un Red Bull, marca con la que tiene una gran relación por el aporte publicitario que, históricamente, la empresa de las bebidas energéticas ha hecho al piloto francés. Su gestión fue más que aceptable y decorosa, porque en su primer contacto con un Fórmula Uno, su tiempo estuvo a dos segundos del mejor registro logrado en esa jornada.