Luego de idas y venidas, marchas y contramarchas, acuerdos y discusiones, finalmente la Fórmula Uno ha definido el límite de los presupuestos económicos correspondientes a los equipos para el próximo año.
A partir de la próxima temporada, el acuerdo logrado indica que el tope económico será de 145 millones de dólares por temporada, lo que viene a ser casi un término medio entre lo que se había acordado originalmente (175 millones) y lo que habían exigido los equipos más modestos de la categoría (100 millones). Todo esto se debió, obviamente, a la actual crisis mundial por la pandemia de coronavirus.
En representación de Liberty Media, la empresa que maneja los derechos comerciales de la Fórmula Uno, su director deportivo Ross Brawn fue el encargado de dar a conocer la noticia, señalando que finalmente se llegó a un acuerdo, el que se logró “luego de mantener una larga batalla”, según sus propias palabras.
En una nota concedida a Sky Sports, Brawn explicó que no fue fácil llegar a acordar la cifra mencionada. Por un lado estaban los equipos de “mitad de tabla”, liderados por el patrón de McLaren, Zak Brown, que exigían que el límite fuera de solamente 100 millones de dólares para 2021.
A su vez, Ferrari y Red Bull, dos de las principales y más poderosas escuderías de la categoría, pretendían que se respetara el acuerdo original, que marcaba un presupuesto máximo de 175 millones de dólares para el próximo año. Sin embargo, escuadras oficiales como Mercedes y Renault habían manifestado su conformidad a la reducción del presupuesto.
Ross Brawn señaló su satisfacción por el acuerdo logrado, indicando que piensa que los equipos del grupo medio estarán mucho mejor en relación al reparto de los premios, por lo que se podrá equilibrar la situación de la categoría. Además, comentó: “Reducimos la cantidad de dinero que se puede gastar en la máxima categoría del automovilismo y mejoramos la distribución de los galardones entre los equipos. Entonces, un buen equipo de la zona media debería ser capaz de conseguir podios o tal vez, incluso, llegar a ganar, lo que le generaría más ganancias. Si podemos lograr eso, entonces tenemos un futuro muy sostenible”.
Por otra parte, Brawn indicó que este es el comienzo de un largo y complicado proceso, porque a partir de ahora comienzan las negociaciones para llegar a nuevos acuerdos para seguir disminuyendo los presupuestos para los siguientes años.
Tal como lo expresábamos, el recorte presupuestario comenzará a regir ya a partir del próximo año. Esta era una de las medidas que integraban un importante paquete de cambios en la Fórmula Uno para 2021, entre los cuales se incluían varios en el aspecto técnico de la categoría, pero estos ya quedaron postergados para el año 2022.
No queda claro de qué manera se van a poder chequear eficientemente los gastos de los equipos, ni qué libertad van a tener para manejar sus presupuestos, ni cómo se podrá llegar a tener un control realmente directo y eficaz. A esta altura son más dudas que certezas en este aspecto.
Como expresa la vieja frase, “hecha la ley, hecha la trampa”, y en estos dos aspectos de trampas y legalidades, la Fórmula Uno siempre ha sido escenario de grandes disputas.
Lo que sí queda claro, es que, por más que se trate de emparejar costos y presupuestos, el futuro de la Fórmula Uno seguirá en manos de los equipos más poderosos, de los que cuenten con el mayor aporte económico y dispongan de la mejor manera de sus recursos y, a partir de ahora, de sus medidos presupuestos… Eso ha sido, es, y seguirá siendo, lo único cierto e indudable en la historia de la máxima categoría.