Fernando Montero, una historia de superación personal y pasión tuerca


Automovilismo |
Fernando Montero, una historia de superación personal y pasión tuerca

A nivel local, la actividad de drifting (carreras de derrape controlado) no es muy conocida ni tiene mayormente gran difusión. En pocas palabras, al menos acá en Uruguay, no ha tenido hasta el momento un gran desarrollo, al contrario de lo que acontece en gran cantidad de países.

Fernando Montero, (conocido popularmente con los apodos de “Fer” o “Monti”) no solamente es pionero del “drift” en Uruguay, sino que es uno de los pocos que practican a full esta disciplina “tuerca” en nuestro país, aunque, en su caso, ya es un verdadero especialista y cuenta con una importante experiencia en varios circuitos de diversos países.  

Fernando es médico y para despuntar su pasión actualmente utiliza un Toyota Sprinter Trueno AE-86 (modelo conocido en Uruguay como Corolla), que es uno de los autos más emblemáticos del drifting a nivel mundial.

La historia deportiva del Dr. Montero no es de las más habituales entre los fanáticos “tuercas”, porque no fue un directo aficionado a la Fórmula Uno o a otras categorías internacionales. Fernando poco a poco se fue metiendo en el automovilismo impulsado por un tío, comenzando a interiorizarse de los secretos de un auto, empezando a “meter mano” paulatinamente.

Así fue naciendo su pasión por los “fierros”. Pasión a la que comenzó a darle rienda suelta paulatinamente con su creciente afición por el drifting, tomando como referente a una de las principales figuras a nivel internacional, el japonés Keiichi Tsuchiya, bautizado con el apodo de “Drift King”.

Además, hay que destacar que Fernando es el único piloto de drift a nivel mundial que tiene el Síndrome de Tourette. Este síndrome es un trastorno neuropsiquiátrico, que comienza a manifestarse tempranamente, por lo general ya en la infancia o en la adolescencia, pero invariablemente, por lo general, antes de llegar a cumplir 18 años de edad.​ Se caracteriza por múltiples tics motores (movimientos) y al menos un tic vocal o fónico (palabras o sonidos).

Sin dudas, un notable esfuerzo extra, porque además de intentar dominar al auto, también tiene que superar los inconvenientes que le causa el síndrome, siendo de esa manera un gran ejemplo de coraje, superación, pasión y amor por lo que hace.

Su pasión por el drifting fue creciendo en forma incesantes y de esa manera comenzó a seguirle la pista durante varios a años a un Toyota Corolla GTS, auto que perteneciera a un embajador de Estados Unidos en Uruguay y al que pudo adquirir en el año 2009, iniciando los trabajos para poder comenzar a disfrutar su pasión, en un proyecto que le ha llevado unos nueve años de duración, con más de 3.200 horas/hombre de trabajo, pasando por diversos talleres, hasta conformar su actual equipo.

Durante el largo proceso, el auto fue prácticamente reconstruido “a cero”, con cambio de motor incluido, pasando del original que erogaba unos 127 HP, a un Beams 3S-GE, desarrollado en Japón en conjunto por Toyota y Yamaha, que entregaba originalmente 239 HP. No conforme con la performance, Fernando siguió trabajando con su equipo de colaboradores, hasta llegar a desarrollar el actual impulsor, basado en el 3S-GE, con supercargador centrífugo, que le permite disponer de 380 HP y más de 40 kilos de torque, para llegar a los 100 kilómetros por hora con partida detenida en solamente 4.3 segundos.

Además de su destacada trayectoria internacional, “Monti” también ha comenzado a labrarse un nombre en el ámbito local. Comenzó poco a poco, con diferentes exhibiciones, muchas de ellas con fines benéficos, hasta llegar a la actualidad, donde ha concretado actuaciones en el autódromo de El Pinar, en las actividades organizadas por la Asociación Uruguaya de Volantes (AUVO).

Por supuesto que Fernando no se duerme en los laureles ni resigna su pasión. Al contrario, sigue entrenando duramente, tomando cursos en diversos países con la finalidad de perfeccionarse y seguir creciendo en su apasionante actividad.

Sin dudas, un claro ejemplo de amor por los fierros, de talento y de coraje. De pasión sin límites, de esfuerzo y dedicación para tratar de superar obstáculos y superarse a sí mismo, derribando barreras y obteniendo satisfacciones y grandes logros.

Más en Automovilismo

Diseño y Desarrollo Depto. TI El País © 2017 todos los derechos reservados. ELPAIS