Dos de las citas europeas más importantes de la industria automotriz a nivel mundial son el Auto Show de Frankfurt (IAA por sus siglas en alemán, que corresponden a “Exhibición Internacional de Automóviles”) y el Salón del Automóvil de París. Ambos eventos se realizan en forma bianual, turnándose en su realización. El Salón de París tiene lugar los años pares, mientras que el de Frankfurt se realiza los años impares.
El tercer grande en cuanto a los salones del automóvil europeos es el “Geneva International Motor Show”, (GIMS) que se celebra anualmente en Ginebra.
Noticias provenientes del viejo continente confirman los rumores que habían comenzado a circular meses atrás con respecto a la sede de las próximas ediciones del salón alemán.
Desde el año 1951, la exposición había tenido como sede a la ciudad de Frankfurt.
Ahora, por decisión de los organizadores, la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil, (VDA por sus siglas en alemán), a partir del próximo año el salón germano no se realizará más en Frankfurt, por lo que se está buscando una nueva ciudad capaz de alojar a la renombrada exposición.
Son varias las ciudades que han presentado su candidatura para convertirse en la nueva sede del salón, entre las cuales se encuentran Berlín, Munich, Stuttgart, Hannover, Colonia y Hamburgo.
En referencia a la superficie, el Salón del Automóvil de Frankfurt es realmente gigante, habiendo sido designado como el más grande de mundo en su momento. Es tan grande, que para recorrerlo, las marcas participantes ponen diversos modelos a disposición de la prensa para que los periodistas podamos trasladarnos de un pabellón a otro.
Los motivos para el cambio de escenario del salón son varios. Por un lado, es indudable que la atracción que los salones del automóvil generaban hasta hace unos años ya no es la misma.
Las grandes novedades de la industria automotriz son dadas a conocer por las empresas a través de diferentes medios, la mayor parte de las veces en forma anticipada a la apertura del salón, como campaña de expectativa, lo que muchas veces le quita atracción al evento mismo.
Esto ha llevado a una constante disminución en la cantidad de visitantes que ha tenido Frankfurt. En el año 2015 fueron alrededor de 930.000 las personas que concurrieron a la exposición, mientras que en la edición del año pasado hubo 550.000 visitantes.
Otro de los aspectos pasa por el rubro económico. Muchas marcas han dejado de concurrir a los salones debido a los altos costos que deben afrontar para el armado y mantenimiento de los stands, generando gastos millonarios. Otras marcas, por el contrario, siguen participando, pero habiendo acotado los espacios de sus stands.
Seguramente en el correr de las próximas semanas se tomará la decisión y se dará a conocer la nueva ciudad sede del auto show germano, que de esa manera cambiará de escenario luego de 70 años en Frankfurt.