El invierno afecta a los vehículos


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El invierno afecta a los vehículos

La llegada del invierno implica una exigencia extra para cualquier tipo de vehículo, sin importar marca, modelo ni antigüedad. Por más moderno y equipado tecnológicamente que sea, siempre hay que tener en cuenta algunos cuidados especiales para esta época.

Seguramente muchos lectores pensarán que, dadas las particulares características del clima en nuestra región, sin nevadas, ni extremas temperaturas bajo cero como en otros países, no es necesario someter a su vehículo a ningún tipo de cuidado especial, ni tampoco un particular mantenimiento.

Pero en definitiva, las inclemencias del clima durante el invierno aumentan las exigencias y por eso es necesario tener algunos temas en consideración para tratar de mantener al vehículo en las mejores condiciones posibles y que su performance no disminuya ni se vea complicada.

Lo primero a tener en cuenta es tratar de guardarlo en un garaje o, por lo menos, bajo techo. Todos tenemos bien claro que en Uruguay muchas edificaciones no cuentan con garaje y que a menudo los edificios de apartamentos no tienen cocheras disponibles para todos sus habitantes, por lo que muchos usuarios recurren al alquiler de estacionamientos compartidos o deben conformarse con dejarlos estacionados en la vía pública. Dado el actual momento de inseguridad que se vive en todo Uruguay, es imposible pretender que un vehículo que queda estacionado en la vía pública sea cubierto con una funda, que sería lo más lógico. Pero, seguramente no duraría más que unos pocos minutos en esas condiciones. Los intensos fríos y las heladas dañan la carrocería y la pintura de los vehículos.

Por más que algunos especialistas opinen que no es necesario encender con anticipación los vehículos fabricados en los últimos años, cuando se trata de aquellos que quedan estacionados a la intemperie por la noche, sin importar año o modelo, es recomendable encenderlos unos minutos antes de comenzar a transitar. Con esto se logra que todos los líquidos comiencen a circular y el motor pueda alcanzar una temperatura adecuada para su correcto funcionamiento.

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Hay que tener en cuenta los niveles correctos del aceite y del líquido refrigerante del radiador. Y es muy recomendable utilizar anti congelante para lograr un mejor funcionamiento.

En referencia a los sistemas de calefacción o aire acondicionado, conviene realizar una revisión, especialmente para poder utilizar correctamente los desempañadores.

Vale recordar que las bajas temperaturas también son dañinas para el normal funcionamiento de la batería, provocando muchas veces una importante disminución de su carga, especialmente si ya tienen más de tres años de uso.

También la pintura y carrocería del vehículo pueden sufrir daños a causa de la escarcha que se forma.

Con respecto a la escarcha en los vidrios, nunca se debe tratar de quitarla usando agua caliente, porque se corre el riesgo de romper los vidrios. Actualmente hay algunos elementos específicos que ayudan a quitar el hielo sin dañar la superficie del cristal, aunque mucha gente suele utilizar para ese fin alguna tarjeta plástica.

Accionar el lavaparabrisas para quitar la escarcha no es una buena solución, porque al estar muy baja la temperatura del líquido, lo más probable es que se complique más la situación, aumentando la escarcha. Además, hay que tener en cuenta que por el roce con el hielo, se produce un mayor desgaste de las escobillas, por lo que su vida útil y su eficacia, van a disminuir.

Justamente, ese es otro elemento a tener muy en cuenta en esta época. El buen estado de las escobillas es fundamental en esta temporada invernal, en la que se producen abundantes lluvias. Unas escobillas con sus gomas en mal estado impiden una correcta limpieza del parabrisas, lo que, lógicamente, puede llegar a ocasionar falta de visibilidad, con la consecuencia de provocar un siniestro de tránsito.

Hay que realizar una revisión periódica de la presión de los neumáticos, porque con las bajas temperaturas tiende a disminuir. Además de controlar la presión, es fundamental verificar el desgaste. En invierno las condiciones de calles y rutas suelen estar más complicadas que de costumbre, no solamente por la lluvia, sino también por la humedad, que se condensa en la superficie del pavimento, provocando una disminución de las condiciones de adherencia del vehículo.

Un neumático desgastado tendrá, lógicamente, menos agarre, lo que va a facilitar que el vehículo patine, con la consiguiente pérdida del control por parte del conductor, lo que puede llegar a tener como resultado un siniestro de tránsito de graves consecuencias. Además, con lluvias intensas hay que circular con mucha precaución, porque se puede provocar el molesto efecto del aquaplaning, con falta de tracción y control.

También hay que prestar especial atención al sistema de frenos, especialmente en vehículos que ya tienen unos cuantos años de uso. Con el pavimento húmedo o mojado, las exigencias a las que se somete el sistema de frenos se incrementan notoriamente, provocando un mayor esfuerzo y desgaste para detener el vehículo. Si hace tiempo que no se le realiza un service al vehículo, es recomendable hacer revisar discos, pastillas, cintas y el líquido. Su correcto funcionamiento puede ser la diferencia entre provocar un siniestro de tránsito o poder evitarlo.

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