La famosa “Trepada de Pikes Peak” es considerada una de las subidas de montaña más duras del mundo: la carrera hacia la línea de meta en la cima del monte Pikes Peak, en las Montañas Rocosas de Estados Unidos, la cual está ubicada a 4.301 metros sobre el nivel del mar.
En la edición de este año, Porsche lanzó su propia competencia monomarca. Son 156 curvas en un recorrido de 19,99 kilómetros con su línea de llegada a 4.301 metros sobre el nivel del mar.
Desde 1916 la Pikes Peak International Hill Climb en Colorado Springs, es disputada cada año y es una de las carreras de autos más antiguas del mundo. Y, también, una de las más duras.
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Sin barreras protectoras a los lados de la carretera y básicamente sin margen de error, con escarpadas paredes rocosas que descienden a la nada junto a la estrecha vía: estas son las cosas que hacen que la carrera a la cima sea tan cautivadora. Esta carrera empuja al conductor hasta el límite: cuanto más alto va, más delgado se vuelve el aire. Subir más de 1.400 metros de altitud en menos de 10 minutos tiene consecuencias tanto para el hombre como para la máquina, porque cuando hay poca densidad de aire, la potencia del motor se reduce drásticamente, hasta 30 por ciento. Cuanto más suba el auto por la montaña tendrá menos potencia, menos agarre y sufrirá cambios en las temperaturas de los neumáticos y del motor. Un desafío atractivo para los pilotos de carreras.
Porsche lanzó su propia categoría Cayman GT4 Clubsport
La edición número 96 del Broadmoor Pikes Peak International Hill Climb 2018 vio a Porsche convertirse en el primer fabricante de autos en organizar su propia categoría monomarca con un modelo único de vehículo.
Ocho conductores fueron invitados a competir en el Porsche Cayman GT4 Clubsport Pikes Peak Hill Climb Trophy by Yokohama. Seis de los ocho pilotos competían por primera vez en la ‘Carrera hacia las nubes’ (‘Race to the Clouds’), igualmente, algunos de ellos no habían conducido un Porsche GT4 Clubsport Cayman antes de iniciar los entrenamientos para esta competencia.
Entre los participantes se encontraban Travis Pastrana, campeón de motocross, ganador de los X Games y doble en escenas peligrosas en películas de cine; CJ Wilson, el ex jugador de béisbol profesional, y Till Bechtolsheimer, piloto de la categoría IMSA (un rostro famoso en cada uno de los autos). La alineación de pilotos estuvo representada por la “perfecta combinación entre clientes y socios de Porsche”, dijo Daniel Armbruster, Director General de Porsche Motorsports Norte America.
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“El Broadmoor Pikes Peak International Hill Climb es una carrera con un estatus de culto”, dijo Travis Pastrana, quien tras haber participado en las ediciones de 2004 y 2005 estaba emocionado de correr de nuevo, esta vez en un Porsche. La experiencia previa del temerario piloto ciertamente le fue muy útil: fue el ganador de la clase Porsche GT4 Cayman Clubsport, con un tiempo de 10 minutos y 34 segundos. JR Hildebrand, conocido por sus apariciones en la serie de carreras IndyCar, también logró un tiempo de 10 minutos y 40 segundos. Armbruster sabe que: “Este es un registro que será difícil de superar cuando volvamos a competir en 2019”. Los conductores que compitieron en la nueva categoría Porsche fueron entrenados por Jeff Zwart, una verdadera leyenda de Pikes Peak. El director de cine y piloto de carreras comercial ha participado en la famosa subida de montaña en 14 oportunidades; en ocho de ellas logró la victoria y múltiples registros en la división ‘Time Attack’. Todas sus victorias las consiguió en variantes del Porsche 911. Zwart decidió no buscar su novena corona este año para poder compartir su amplia experiencia con los pilotos de la categoría Porsche Cayman GT4 Clubsport y apoyarlos durante la práctica y la competencia.
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