Geely 515 Test Drive

 

Por detrás, la quinta puerta tiene una bien dimensionada superficie vidriada, con importantes faros bipartidos en la parte media. El piso del maletero es elevado, facilitando con ello las maniobras de carga y descarga de bultos.

 

El contacto con el piso se establece a través de un rodado de 15 pulgadas, con llantas deportivas de elegante diseño. La estatura del auto es alta. Hace gala de un acceso cómodo que inmediatamente permite descubrir un habitáculo sobrio, estéticamente bien constituido, basado en un diseño amable que utiliza materiales agradables para su construcción.

Una serie de detalles cromados, correctamente dosificados, combinan adecuadamente con los plásticos oscuros y el toque de color de los tapizados. En el centro del panel, la pantalla táctil permite realizar los ajustes del sistema de audio y de conectividad, mientras que el cuadro de instrumentos, con indicadores analógicos y un visor digital, ofrece su información de manera clara y legible.

Hay espacio suficiente para los pasajeros de todas sus plazas sin perjuicio del volumen de carga del maletero, más que adecuado para este segmento. El asiento trasero incluye apoya cabezas central y cinturón de seguridad para quien se ubique en el medio.

Con una gran elasticidad, es posible manejarlo con sosiego. Entonces, por ejemplo en ciudad y aún en bajas revoluciones, el 515 responde sin problemas con el consiguiente beneficio en el consumo de combustible.

Pero por el contrario, si la maniobra requiere una salida rápida para evadir determinada situación, la mecánica del nuevo Geely responde con agilidad y el comportamiento es brioso cuando las revoluciones superan las 3.000 vueltas.

No hay una proliferación exagerada de mandos y botones, por lo cual todas las funciones se administran con sencillez y de modo intuitivo. Tiene un andar muy firme. El aplomo estructural y una suspensión bien calibrada son artífices de una impecable estabilidad, aún a velocidades más altas.