Parecería ser que siguen apareciendo reliquias de este tipo. Si recuerdan, tiempo atrás, habíamos compartido una nota de un concesionario que vendía autos de hace 30 años pero 0KM (ver nota). Este es un caso similar pero de un millonario empresario del transporte que falleció y dejó este tesoro.
Roger Baillon, un empresario del transporte que tuvo su mejor época comercial mediados del siglo XX fue comprando de a uno estos autos con el fin de restaurarlos y exhibirlos en un museo.
Inicialmente, este empresario, había comprado más de 100 vehículos; pero por problemas económicos tuvo que vender gran parte de ellos y dejar estos 60 autos abandonados en una granja al oeste de Francia.
Tras la muerte de Roger, todo la herencia quedó para su hijo Jacques quien a su vez falleció el año pasado. Sus nietos, los siguientes herederos, fueron quienes encontraron estos autos en la granja.
Este lugar estaba abandonado hace mucho tiempo y fueron sus nietos que lo descubrieron con la finalidad de venderla. La sorpresa fue cuando llegaron y vieron todos esos autos abandonados de los cuales se destacan algunos como: Maserati A6G Sport de 1956, del cual se fabricaron sólo tres unidades y su valor supera el millón de dólares. Otras joyitas: Ferrari Mondial 3.2L Cabriolet, Porsche 356 SC, Jaguar type S 3.4 L, Lancia Thema 8.32, Renault Vivastella Cabriolet y Bugatti 57 Ventoux Barré Torpédo.
El remate por el que pretenden cobrar USD 19.000.000 está previsto realizarse el 09 de febrero del 2015 en Francia.
