Test Drive Jeep Cherokee


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Test Drive Jeep Cherokee
Cuando Jeep decide utilizar esta denominación para uno de sus modelos, la propuesta resultó muy clara. La historia de una de las tribus mas típicas de Estados Unidos, reconocida en el mundo entero, debería sintetizarse en un vehículo que  además de representar un estilo bien definido de automóvil, tendría que ofrecer atributos de fortaleza y resistencia al igual que aquellos célebres indígenas.

Los Cherokee no fueron una tribu cualquiera. En esencia eran pacíficos, vivían de la agricultura, aprendieron los secretos de la escritura, pero cuando debieron defender sus dominios territoriales, lo hicieron con bravura. También supieron utilizar la diplomacia para negociar con el gobierno y llegaron a firmar tratados, a pesar del perjuicio que en definitiva terminó con su casi extinción.
El SUV Cherokee tampoco lo es. Ya desde la primera generación, nacida en 1974, su propuesta fue innovadora, marcando un estilo propio absolutamente diferente dentro del nuevo segmento que por entonces daba sus primeros pasos. Si bien su diseño era de avanzada para la época, mantenía un espíritu robusto que evidenciaba la genética de la raza y sus atributos aventureros.
Transcurridos 40 años, la historia vuelve a repetirse. Esta quinta generación del modelo redobla la apuesta y sale al mundo con el mismo carácter innovador de  aquel pionero de los 70, sin descuidar ni por un instante los mandatos de la tradición.
El Jeep Cherokee 2014 es diferente. Cabe señalar que el contacto directo es mucho más cautivante que a través de las fotos y sin lugar a dudas, el sector frontal es el más llamativo, dominado por un conjunto óptico muy original con los faros superiores finos y alargados.
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Otro detalle llamativo es el del capó integrado a la parrilla conformando una sola pieza. Su apertura es conjunta, a la vieja usanza, y prácticamente desde arriba del paragolpes.
El resto de la estructura, aunque un poco más convencional, también es innovadora pero no por ello menos elaborada. Los laterales, marcados por un par de molduras longitudinales, mantienen el trazado trapezoidal de los pasaruedas, rasgo típico del modelo, y todo el conjunto, muestra un vehículo realmente atractivo.
Los Jeep modernos son sinónimos de alta gama. Por eso, ubicarse a bordo de una Cherokee 2014 implica disfrutar de un mundo tecnológico que además de proteger, ofrece niveles elevados de bienestar a quien tenga ese privilegio.
Siempre con una amplitud de espacio situada entre las más grandes del segmento, favorecida por la modularidad de los asientos.
Mandos eléctricos por doquier, con destaque para la apertura y cierre del portón trasero, diversos sensores, controles electrónicos y abundancia de airbags, forman parte del equipo de serie que facilita la conducción en un ambiente pletórico de seguridad.
La versión Longitude que tuvimos el placer de probar, es uno de los primeros productos que combina tecnologías de los dos grandes fabricantes que ahora forman el nuevo grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA). De la casa italiana lleva el motor 2.4 litros, con el galardonado sistema Multiair. Y desde Estados Unidos la transmisión, una novísima caja de cambios automática y secuencial de nueve velocidades.
El resultado es magnífico. Esta nueva Cherokee ofrece todo lo que se puede esperar de un vehículo así. Una calidad de marcha exquisita cualquiera sea el estado de ánimo del conductor, con respuestas impecables y transiciones suaves de la caja de velocidades, se asocian a una estabilidad sólida que genera gran confianza en altas velocidades.
Los 184 HP del motor se administran con eficiencia, pues además de movilizar los más de 1.700 kg de peso, es capaz de “dormirse” a 120 km/h en torno de las 2.500 rpm, para viajar largas distancias con un ahorro notable en el consumo de combustible.
Es posible que tanto refinamiento permita olvidar que tenemos entre manos un Jeep legítimo. Basta con salir del asfalto para recordarlo rápidamente.
Mediante un selector redondo, electrónico y distinguido, la Cherokee prepara su doble tracción para superar las dificultades que la geografía le ponga por delante. Barro, arena, nieve o piedras, adquiriendo además alguna instrucción que la misma gente de Chrysler Uruguay le puede brindar a sus usuarios, se pueden afrontar sin temor alguno.
En esta ocasión, a diferencia de la Wrangler, optamos por la arena blanda de un circuito de la costa canaria. Y quedamos muy satisfechos con su desempeño. El motor se pone más serio y gracias a la distribución de la fuerza hacia las 4 ruedas, atravesamos con total hidalguía situaciones bastante complejas, semejantes a las de algunas zonas rurales de nuestro país.
Definitivamente, con un estilo americano inconfundible, desborda tecnología, diseño y un equipamiento de gama superior que no logran disimular su corazón aventurero. Tal como si tuviera gotas de sangre indígena circulando por sus venas.Nota y Fotos: Luis César Piedra Cueva – Autoanuario

Precio: desde USD 68.000

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