Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
El notorio e incuestionable dominio de Red Bull en las últimas temporadas de la Fórmula Uno se vio coartado este año por los progresos de otros equipos, que mejoraron su performance, planteándole una dura lucha.
Red Bull sintió el impacto, apeló a toda su estructura y pudo conseguir el título de pilotos por cuarto año consecutivo por parte de Max Verstappen.
Pero más lo sintió, y lo sufrió, el mexicano Sergio Pérez, que al no tener un auto que tuviera una gran supremacía con respecto a los de sus rivales, se desdibujó totalmente. Mientras Red Bull le entregó un gran auto en el inicio de la temporada, Pérez pudo ganar y hasta llegó a ser vice campeón mundial en 2023. Pero este año, cuando hubo que suplir la falta de performance con talento y capacidad, el azteca defeccionó totalmente.
No pudo ganar y solamente alcanzó a subir al podio cuatro veces, todas en las cinco primeras fechas, cuando pudo contar con un auto de superior performance.
El azteca finalizó octavo en el torneo y su continuidad dentro del equipo Red Bull y dentro de la máxima categoría, sigue en duda, a pesar de tener un contrato que lo une al equipo de origen austríaco hasta el final de la próxima temporada.
Algunas versiones indican que Red Bull estaría dispuesto a pagar la multa acordada para poder rescindir el contrato, librándose del compromiso con el mexicano, para, de esa manera, poder tener disponible su segundo auto para 2025.
Otras versiones señalan que compromisos comerciales obligarían a la permanencia de Pérez, sí o sí, en la Fórmula Uno hasta el final del próximo año.