Cuando todo parecía indicar que la disputa del Gran Premio de Austria iba a cerrar un fin de semana de fiesta para Max Verstappen y el equipo Red Bull en el autódromo propiedad de la empresa de bebidas energéticas, a cinco vueltas para el final la carrera comenzó a tener un desenlace inesperado, que culminó con la victoria del piloto de Mercedes, George Russell.
Verstappen había dominado la actividad previa, largando desde el primer lugar y ganando la carrera Sprint del sábado, reiterando la pole position en la largada del gran premio disputado en la pasada jornada.
El neerlandés lideró la carrera sin mayores problemas, buscando su quinta victoria en el Red Bull Ring, pero el desarrollo del gran premio comenzó a cambiar luego de la última pasada por boxes, porque el McLaren de Lando Norris tenía un gran ritmo, mientras que Verstappen no estaba cómodo en su Red Bull, a lo que hay que agregarle que la parada de Max duró 6,5 segundos, mientras que la de Norris fue de 2,9 segundos, lo que le permitió limar diferencias.
En las siguientes vueltas el inglés intentó varias veces superar al neerlandés, que se defendió duramente. La diferencia entre ambos era mínima y se esperaba una apasionante definición.
Faltando cinco vueltas Norris se tiró con todo, pero Verstappen le cerró el camino. El toque fue inevitable.
Ambos autos sufrieron pinchaduras, pero el más perjudicado fue Norris que tuvo que abandonar, mientras que Verstappen siguió en carrera y llegó quinto.
El gran beneficiado fue Russell, que heredó el liderazgo y logró la victoria, escoltado por Oscar Piastri (McLaren) con Carlos Sainz (Ferrari) tercero, seguido por Lewis Hamilton (Mercedes).