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Hoy se están cumpliendo 30 años de la desaparición física de quien fue uno de los más grandes pilotos del Campeonato Mundial de Fórmula Uno, Ayrton Senna.
El paulista falleció a causa de las heridas recibidas cuando disputaba el Gran Premio de San Marino.
La trayectoria del inolvidable piloto brasileño ha sido una de las más destacadas en el ámbito del mundial de Fórmula Uno, certamen en el que debutó en el Gran Premio de Brasil del año 1983 a bordo de un Toleman.
El paulista llegaba a la máxima categoría precedido de notables antecedentes e categorías promocionales.
Incluso uno de los títulos más importantes en el inicio de su trayectoria fue el Campeonato Sudamericano de Karting disputado en el kartódromo Luis Pedro Serra de San José en 1977.
En el año de su debut en la Fórmula Uno, Ayrton subió por primera vez al podio, al ubicarse como escolta de Alain Prost en Mónaco, en una recordada carrera que culminó anticipadamente por las malas condiciones climáticas, con Prost desesperado pidiendo que terminaran el gran premio, dejando en claro que si hubiera durado una vuelta más, seguramente Ayrton hubiera quedado primero.
En 1985, Beco, tal como lo llamaban familiarmente, fue contratado por el equipo Lotus y ya en la segunda carrera del año, disputada en Portugal, Ayrton lograba el primero de los 41 triunfos que logró en la máxima categoría.
Con el equipo de Colin Chapman corrió hasta 1987.
A partir de la siguiente temporada se incorporó a McLaren, escudería con la que logró sus tres títulos mundiales. El primero lo obtuvo en su primer año con el equipo de Woking y los otros dos los consiguió consecutivamente en 1990 y 1991.
Desilusionado con McLaren, en 1994 Senna se fue al equipo Williams, con el que sufrió dos abandonos en las dos primeras carreras de la temporada, habiendo largado ambas desde el primer lugar de la grilla.
El 1° de mayo Ayrton volvía a largar desde el primer lugar en el Gran Premio de San Marino disputado en el autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola.
Beco lideraba la carrera hasta que en la séptima vuelta su Williams siguió de largo en la curva de Tamburello, golpeando contra el muro de contención a más de 200 kilómetros por hora.
Un elemento de la suspensión que se desprendió del auto perforó el casco del paulista, provocándole la muerte en forma instantánea.
Así culminaba trágicamente la vida de quien fue uno de los mejores pilotos de todos los tiempos, sino el más grande de todos, al decir de muchos fanáticos de la Fórmula Uno en todo el mundo. Ese día, Ayrton llevaba en su auto la bandera de Austria. Si ganaba, tenía pensado rendirle un homenaje al piloto austríaco Roland Ratzenberger, quien había fallecido el día anterior en un accidente, allí, en el mismo circuito de Imola, a bordo de un Simtek Ford, en el que fue uno de los fines de semana más nefastos en la historia de la Fórmula Uno.
Ese accidente en Imola cerró la destacada y exitosa trayectoria de Ayrton y dio paso a la leyenda. Una trayectoria que dejó cifras realmente impresionantes en la Fórmula Uno.
Ayrton disputó 162 grandes premios, obteniendo 41 victorias. Subió 80 veces al podio y largó desde el primer lugar de la grilla en 65 carreras, ganando 19 grandes premios luego de haber liderado de principio a fin. Y sigue siendo el piloto más exitoso en el historial del Gran Premio de Mónaco, con seis victorias.
Fotos: archivo.