Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
El 9 de noviembre de 1957 se inauguraba oficialmente el Laguna Seca Raceway, un circuito ubicado en el condado de Salinas, en Monterey, California y cuyo origen se debió a la intención de mejorar las condiciones de seguridad de las carreras que se disputaban por vías de tránsito públicas en los alrededores de Pebble Beach.
El autódromo se construyó en un predio que era una antigua base propiedad del Ejército de los Estados Unidos y actualmente es uno de los más famosos y populares, utilizándose por parte de una gran cantidad de categorías norteamericanas, pero también a nivel internacional, tanto de automovilismo como de motociclismo, contando con una capacidad para 100.000 espectadores.
Ahora, una organización denominada “The Highway 68 Coalition”, integrada por vecinos de la zona, ha presentado una demanda judicial exigiendo el cierre del autódromo, alegando que, no solamente provoca ruidos molestos, sino que los días de actividad se producen importantes embotellamientos de tránsito en la autopista 68, que es una de las principales vías de tránsito que une Monterey con Salinas.
Los integrantes del grupo de vecinos aducen que la actividad del autódromo se realiza durante más de 300 días al año, generando importantes inconvenientes a los habitantes de la zona.
Por su parte, los administradores del circuito han señalado que Laguna Seca es una importante fuente de recursos laborales para la región, informando que durante el año 2022 se generó un impacto económico cercano a los 250 millones de dólares.
