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El monegasco Charles Leclerc tratará de dar la sorpresa y ganar “su” gran premio. Foto: EFE.
Si se trata de hablar de carreras y circuitos emblemáticos del automovilismo deportivo mundial, seguramente el Gran Premio de Mónaco, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans tienen un sitio de privilegio en toda charla.
Cada una de ellas, con su estilo, su circuito y sus características, son competencias emblemáticas e inigualables.
Este domingo el Campeonato Mundial de Fórmula Uno llegará al tortuoso circuito diagramado en las calles del Principado para disputar el Gran Premio de Mónaco, competencia que, originalmente, ocupaba el octavo lugar en el calendario de la máxima categoría de monopostos, pero que, por las cancelaciones de los grandes premios de China (por la incidencia de la pandemia de coronavirus) y de Emilia-Romagna (por las inundaciones que se están sufriendo en esa región italiana), ha pasado a ser la sexta competencia de la temporada.
Una temporada que ha comenzado casi como había finalizado la anterior, con el neto dominio del equipo Red Bull que ha ganado las cinco fechas disputadas y, por lo que ha podido apreciarse en esos cinco grandes premios, seguramente va a poder mantener su primacía en las próximas competencias, sin que algún rival pueda llegar a comprometer su liderazgo.
Previamente al inicio de la temporada, bien podía vaticinarse el dominio de Red Bull, apuntando a que Ferrari, Mercedes y Aston Martin pudieran ser los rivales que podrían llegar a complicarle en algo el tramo inicial de la temporada a la escudería de origen austríaco. Pero de esos tres supuestos rivales, solamente Aston Martin se ha mostrado medianamente competitivo, pero lejos de la performance de los Red Bull.
