Mike Hawthorn fue el primer británico campeón del mundo


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Mike Hawthorn fue el primer británico campeón del mundo

Nelson Vicente – Contacto: [email protected]

La historia de John Michael Hawthorn, popularmente conocido como Mike Hawthorn, es la de uno de los tantos hijos de fanáticos tuercas que impulsan y apoyan la actividad de sus hijos en el automovilismo deportivo.

El padre de Mike era propietario de un taller mecánico en Yorkshire, en el que también preparaba autos para competición, por lo que no fue para nada extraño que desde muy chico Mike sintiera una enorme atracción por los motores y los autos de carrera.

En 1950, el mismo año del inicio de los campeonatos mundiales de la Fórmula Uno, Hawthorn debutaba en el automovilismo deportivo a bordo de un Riley Nine, preparado, como no podía ser de otra manera, por su padre.

Ya desde su debut quedó bien claro que el joven afable, simpático, educado y con muy buenos modales, al subirse al auto se transformaba por completo, dejando de lado sus buenas costumbres y educación, para transformarse completamente al entrar en competencia.

Hawthorn se consagró campeón del mundo en 1958 con Ferrari.

Poco a poco fue sumando éxitos y ascendiendo en el automovilismo británico, hasta que en 1952 participó en dos competencias realizadas en el circuito de Goodwood, marcando destacadas actuaciones.

Allí fue que llamó la atención de Enzo Ferrari, quien rápidamente se interesó por conocer al veloz e impetuoso piloto británico, que había finalizado en el segundo lugar, como escolta de José Froilán González.

Su debut en la Fórmula Uno fue ese mismo año, en el Gran Premio de Bélgica, con un Cooper Bristol presentado por Leslie Hawthorn, terminando en la cuarta posición.

En el Gran Premio de Gran Bretaña subió por primera vez al podio, al terminar tercero, concretando otras destacadas actuaciones, ganando el International Trophy en Silverstone, frente a destacados rivales.

Todo esto propició su llegada al equipo Ferrari, debutando en el año 1953.

En la temporada de su debut logró el histórico triunfo en el Gran Premio de Francia disputado en Reims, que fue la primera victoria de un piloto británico en la Fórmula Uno.

Además, pasó a ser el piloto más joven en ganar un gran premio. Ese año terminó cuarto en el certamen.

En 1954 logró la victoria en la última fecha del año, el Gran Premio de España disputado en Pedralbes, cerrando exitosamente un año que se le hizo complicado, porque en una carrera en Sicilia había sufrido graves quemaduras en sus brazos y piernas.

Además, ese año se había producido el fallecimiento de su padre.

El año 1955 fue de transición. Dispuesto a correr con una marca británica en el campeonato de resistencia, (lo hizo con Jaguar), pasó a competir en Fórmula Uno con Vanwal, pero duró muy poco.

Lo más resaltable de ese año fue su polémica victoria en las 24 Horas de Le Mans.

En 1957 volvió a Ferrari y al año siguiente se consagró campeón del mundo, algo inédito para un piloto británico. En esa temporada solo ganó una carrera, en Francia, pero su regularidad al sumar puntos, le permitió lograr el título.

Luego de haberse consagrado campeón del mundo en 1958, Hawthorn decidió retirarse del automovilismo deportivo. El 22 de enero de 1959 el británico decidió correr una “picada” a bordo de su Jaguar 3.4 Mk 1 con su amigo Rob Walker, (también piloto) que tenía un Mercedes-Benz 300SL. El auto de Hawthorn impactó contra un camión, chocando posteriormente contra un árbol, quedando colgado de un guardrail. Las lesiones recibidas por el británico provocaron su muerte instantánea.

Así quedó el Jaguar del ingl´és luego del fatal siniestro de tránsito.

El primer triunfo británico en la Fórmula Uno

Desde que en el año 1950 comenzó a desarrollarse el Campeonato Mundial de Fórmula Uno, las primeras temporadas tuvieron como grandes protagonistas y excluyentes triunfadores a los pilotos italianos (Farina, Ascari y Taruffi), y argentinos (Fangio y Froilán González), lo que, evidentemente, no era del agrado de los británicos, más teniendo en cuenta que, para muchos, Inglaterra fue la cuna de la Fórmula Uno moderna. La larga y, a esa altura, muy ansiosa espera llegó a su final el 5 de julio de 1953, cuando Mike Hawthorn, con una Ferrari, ganó el Gran Premio de Francia disputado en el circuito de Reims, marcando de esa manera el primer triunfo británico en la Fórmula 1.

Tragedia y victoria en Le Mans en 1955

Mike Hawthorn e Ivor Bueb ganaron la edición de 1955 en La Sarthe a bordo de un Jaguar D Type.

La edición de las 24 Horas de Le Mans correspondiente al año 1955 es considerada (con toda razón) como la carrera más trágica en la historia del automovilismo deportivo, por causa del brutal accidente ocurrido en plena recta del circuito de La Sarthe. Esa edición fue ganada por los británicos Mike Hawthorn e Ivor Bueb a bordo de un Jaguar D Type, pero, más allá del resultado deportivo, siempre fue y será recordada por el accidente ocurrido cuando, luego de colisionar con el Austin Healey del inglés Lance Macklin, el Mercedes de Pierre Levegh, totalmente descontrolado, salió proyectado hacia la tribuna, provocando la muerte del piloto y de más de 80 espectadores. Según las crónicas de la época, el accidente se produjo cuando Hawthorn iba a superar a Macklin, pero imprevistamente frenó para entrar a boxes, lo que provocó que Macklin frenara bruscamente para evitar el choque y volanteara hacia la izquierda, por donde, a más de 200 kilómetros por hora, venía Levegh, quien nada pudo hacer para evitar el impacto. El que se salvó por poco fue Juan Manuel Fangio, que venía detrás de Levegh y atinó a frenar para no verse involucrado en la incidencia. A pesar de lo ocurrido, y mientras se intentaba atender a decenas de espectadores que habían quedado heridos, la competencia continuó. Hawthorn ganó y, al lograr el título mundial de Fórmula Uno en 1958, quedó en la historia como uno de los pocos campeones mundiales que también triunfaron en Le Mans.

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