Cuando en nuestro comentario previo al Gran Premio de Bélgica expresábamos que el clima ha sido un factor preponderante en buena parte de las ediciones disputadas en el autódromo de Spa-Francorchamps, nunca hubiéramos imaginado que el mal clima iba a ser un elemento prioritario y definitorio para la edición de esta temporada.
Y es que finalmente la copiosa lluvia que cayó en todo momento en la región de Las Ardenas en la que está ubicado el circuito, impidió no solo el normal desarrollo de la actividad prevista, sino que obligó a que no se disputara el gran premio.
Para esto, hay que tener en cuenta varios aspectos.
Desde el punto de vista de la seguridad, es totalmente comprensible y justificable que la carrera no se haya disputado bajo condiciones extremas. La casi nula visibilidad y la escasísima adherencia de la pista entrañaban un enorme peligro para la salud de los pilotos, pero también iba en desmedro de un normal desarrollo del espectáculo, por lo que la decisión estuvo bien tomada desde todo punto de vista.
Lo que no es justificable es que haya habido una demora de tres horas para tomar una decisión, que bien podría haberse decidido prácticamente al mismo tiempo en el que debería haberse largado el gran premio.
Porque en esos momentos, ya se sabía que el aguacero no sólo no iba a parar, sino que iba a continuar lloviendo copiosamente, por lo que la situación no iba a mejorar, al contrario, iba a empeorar, tal como sucedió. A eso había que sumarle la densa niebla que cubría diversos sectores del circuito y que, además, cuanto más se demoraba la toma de la decisión final, más cerca se estaba del atardecer, lo que también implicaba una drástica disminución de la luminosidad y la visibilidad.
En resumen, bien tomada la decisión de no disputar el gran premio, pero no era necesaria la farsa pergeñada por la dirección de carrera y las autoridades deportivas, de hacer salir los autos a pista para, luego de girar tres vueltas guiados por el auto de seguridad, dar por finalizada la actividad, en una verdadera burla para los miles de aficionados presentes en el circuito y para los millones millones de televidentes de todo el mundo.
Se podrá decir que tal vez quisieron probar las condiciones de la pista antes de tomar la decisión final. Puede ser, pero no es un argumento válido para dar ni manejar luego de tres horas de espera.
En definitiva, con cuatro vueltas computadas, “ganó” Max Verstappen, escoltado por George Russell, con Lewis Hamilton en tercer lugar.
Foto: AFP.