El holandés Nyck de Vries (Mercedes EQ) se consagró como el primer campeón mundial de la Fórmula E, al lograr el título en la última fecha de una muy pareja y competitiva temporada, que tuvo su instancia final en el circuito diagramado en el aeropuerto de Tempelhof, en la ciudad de Berlín.
La actividad constó de una doble fecha en el aeropuerto berlinés, el que también había sido escenario el año pasado de la definición del certamen.
La séptima temporada de la Fórmula E (primera en la que tuvo oficialmente la designación de campeonato del mundo), tuvo un desarrollo espectacular, realmente muy atractivo, con más de una decena de ganadores a lo largo de las 15 fechas disputadas, lo que marca la gran paridad que reinó a lo largo de todo el campeonato.
Por si fuera poco, a la última doble fecha del campeonato llegaron más de una docena de pilotos con posibilidades matemáticas de adjudicarse el título, debiendo tenerse en cuenta, además, que luego de disputada la penúltima fecha, la diferencia entre el líder del campeonato (Nyck de Vries) y quien estaba en la séptima posición (Antonio Félix da Costa), era de solamente nueve puntos.
Algo casi que increíble realmente, cuando vemos que en otras categorías, ya desde las primeras fechas de la temporada la lucha por la vanguardia del campeonato se circunscribe a dos o tres pilotos y a uno o dos equipos solamente.
La fecha 14, disputada el sábado, no aclaró demasiado el panorama rumbo a la dilucidación del certamen.
Lucas di Grassi (Audi) fue el ganador, escoltado por Edoardo Mortara (Venturi), con Mitch Evans (Jaguar) en tercer lugar.
A la fecha final, Nyck de Vries llegaba liderando con 95 puntos, seguido por Mortara con 92, Jake Dennis con 91, Evans con 90 y Robin Frinjs con 89 unidades. Lucas di Grassi sumaba 87 puntos, uno más que Antonio Félix da Costa (DS Techeetah).
El último E-Prix del calendario, disputado el domingo, en el mismo circuito del sábado, pero girando en orden inverso, tuvo un accidentado comienzo, cuando Mitch Evans (Jaguar) quedó detenido en la largada y fue embestido de atrás por Edoardo Mortara (Venturi). La carrera perdió a dos de los principales aspirantes al título, mientras era detenida con bandera roja. Otro de los aspirantes, Jake Dennis (BMW i Andretti) también quedó fuera de carrera casi al comienzo por problemas eléctricos.
Stoffel Vandoorne (Mercedes EQ) lideraba el E-Prix, seguido por Norman Nato (Venturi) y Oliver Rowland (Nissan e.dams).
A mitad de carrera Nato pasó a liderar, escoltado por Rowland.
Un cuarto aspirante al título, da Costa, abandonaba tras golpearse contra el muro de protección.
La incidencia provocó la colocación de banderas amarillas y al reiniciarse la competencia, Nato comenzó a consolidarse como líder, tratando de resistir los ataques de Rowland, mientras Vandoorne se ubicaba tercero.
Nyck de Vries viajaba en la octava posición. Tenía la carrera controlada y a medida que iban pasando las vueltas su chance de coronarse campeón continuaba en aumento.
Al final, ganó Nato, seguido por Rowland y Vandoorne.
Nyck de Vries llegó octavo y de esa manera se convirtió en el primer campeón mundial de la Fórmula E.
En el campeonato de pilotos, el holandés Nyck de Vries obtuvo el título al sumar 99 puntos. Lo escoltó el suizo Edoardo Mortara, que consiguió 92 unidades. En el tercer lugar se ubicó el británico Jake Dennis con 91 puntos, seguido por el neozelandés Mitch Evans con 90. La quinta posición fue para el holandés Robin Frijns, con 89 puntos, seguido por el británico Sam Bird y el brasileño Lucas di Grassi, con 87 unidades cada uno.
Mercedes EQ ganó el título de equipos con 181 puntos. Jaguar Racing lo escoltó con 177 y DS Techeetah fue tercero con 166 unidades. En el cuarto lugar quedaron Audi Sport y Virgin Racing con 165, seguidos por BMW i Andretti con 157 puntos.
Fotos: cortesía de Fórmula E.