A esta altura de la temporada del Campeonato Mundial de Fórmula Uno, a nadie le pueden quedar dudas de la supremacía que viene ostentando Max Verstappen (Red Bull), supremacía que con el paso de las fechas se ha ido haciendo más notoria y casi que incontenible para sus adversarios, en especial para Lewis Hamilton (Mercedes), que se ha encontrado con que el holandés está siendo un rival mucho más durísimo de lo que esperaba.
Verstappen ganó ayer el Gran Premio de Estiria en forma categórica, ampliando de esa manera su ventaja al frente del certamen mundial.
Si de realizar vaticinios se tratara, la actualidad de la categoría permite augurar un muy entretenido desarrollo de la temporada, porque si bien el equipo Red Bull se muestra sólido y confiable, cosechando muy buenos resultados, es indudable que la escuadra Mercedes no se va a quedar cruzada de brazos ni nada que se le parezca.
Verstappen fue el gran dominador de la actividad en el circuito Red Bull, que es propiedad del equipo para el que él corre, dejando claramente establecido en todo momento que tenía todo bajo control y que, sin dudas, era el principal aspirante a la victoria.
Y así quedó demostrado a lo largo del gran premio, en el que el holandés fue líder de principio a fin, marcando el ritmo de carrera, dominando las acciones, para llegar a una clara victoria, escoltado a más de 35 segundos por Hamilton, que sobre el final pudo quedarse con el punto extra que se otorga por el récord de vuelta. Tercero terminó Valtteri Bottas (Mercedes), seguido por Sergio Pérez (Red Bull), Lando Norris (McLaren) y Carlos Sainz (Ferrari).
Foto: EFE.
