Sergio Pérez (Racing Point) obtuvo una sorpresiva e inesperada victoria en el Gran Premio de Sakhir (Bhréin), penúltima fecha del Campeonato Mundial de Fórmula Uno. Completando un insólito podio, Esteban Ocon (Renault) se ubicó en el segundo lugar, mientras que el tercer escalón del podio lo ocupó Lance Stroll (Racing Point).
Fue un triunfo prácticamente heredado por parte de Pérez, debido a un grueso error del equipo Mercedes.
La carrera tuvo un comienzo complicado, cuando Charles Leclerc (Ferrari) chocó a Pérez en la vuelta inicial. Leclerc tuvo que abandonar, mientras que el mexicano fue a boxes para reparar su auto. Pero, además, en la incidencia también se vio involucrado Max Verstappen (Red Bull), que terminó impactando contra el muro de protección, debiendo abandonar.
Al reingresar a la pista, Pérez estaba en la última posición de la competencia.
Una competencia en la que George Russell, sustituto en esta carrera de Lewis Hamilton, quien dio positivo en un test de COVID-19, fue el gran protagonista del fin de semana. El joven inglés, proveniente del alicaído equipo Williams, mostró una estupenda adaptación al Mercedes y dio una muestra cabal de sus excelentes condiciones, con una soberbia gestión a lo largo de todo el fin de semana. Ayer largó segundo, detrás de su compañero de equipo Valtteri Bottas, pero rápidamente pasó a liderar, dominando completamente las acciones, al punto que, en un determinado momento de la carrera, logró sacarle ocho segundos de ventaja al finlandés que era su escolta.
Nada parecía complicar el paseo triunfal que iba realizando Russell, rumbo a su primera victoria en la Fórmula Uno.
Pero en una parada en boxes, el equipo Mercedes se equivocó, algo insólito tratándose de la afiatada escuadra germana.
Y en esto tuvo que ver, paradójicamente, Jack Aiten, el sustituto Russell en Williams, quien perdió el dominio de su auto en plena recta. Pudo seguir su marcha, pero el alerón desprendido quedó tirado en la pista, propiciando el ingreso del auto de seguridad.
Allí, con la finalidad de asegurar el resultado y para no tener sobresaltos, el equipo Mercedes llamó a boxes a sus dos pilotos para el cambio de neumáticos. Pero al auto de Russell le colocaron unos neumáticos que no eran los que le correspondían, por lo que, luego de reiniciada la competencia, el inglés tuvo que volver a parar para un nuevo cambio de gomas, perdiendo mucho tiempo. Por si fuera poco, cuando luego estaba en plena faena para recuperar posiciones, sufrió una pinchadura, despidiéndose de esa manera de la posibilidad de triunfar.
El gran beneficiado fue, como puede verse, Sergio Pérez, quien heredó el primer lugar de la competencia, posición que logró mantener hasta el final para adjudicarse de esa manera su primera victoria en la Fórmula Uno. Una victoria histórica para el mexicano, que del último lugar pasó a la primera posición para subirse el escalón más alto del podio.
Y a eso hay que agregarle que fue unos meses después de haberse cumplido medio siglo del último triunfo de un piloto mexicano en un gran premio. El 7 de junio de 1970 Pedro Rodríguez había ganado el Gran Premio de Bélgica a bordo de un BRM. Pérez y Rodríguez son los únicos pilotos aztecas que lograron ganar en Fórmula Uno.
Ocon y Stroll acompañaron a “Checo” Pérez en el podio. Carlos Sainz (McLaren) fue cuarto, Daniel Ricciardo (Renault) quinto y Alex Albon (Red Bull) terminó en el sexto lugar.