Que el ambiente interno de la Scuderia Ferrari viene estando bastante convulsionado en los últimos tiempos, no es ninguna novedad. Son etapas que todos los equipos suelen pasar, pero cuando se trata de la escudería más exitosa y representativa de la Fórmula Uno, todo se magnifica. Por eso, lo acontecido ayer en Austria, durante el Gran Premio de Estiria, ha adquirido una enorme relevancia.
Ni el guionista más sádico podría imaginar un libreto acorde a lo que sucedió ayer, con el auto de Charles Leclerc impactando de atrás al de Sebastian Vettel, provocando el inmediato abandono del alemán en la primera vuelta, mientras que el joven monegasco debía dejar la carrera en el quinto giro. Realmente increíble. Un incidente que vuelve a poner en el tapete la dura lucha que mantienen Vettel y Leclerc desde la pasada temporada y que, por lo que puede verse, va a recrudecer este año.
En realidad, la escudería de Maranello tuvo un fin de semana nefasto, comenzando por la poca competitividad y magra performance que está teniendo este año su nuevo modelo, el SF1000 y terminando por el insólito choque protagonizado por sus dos pilotos en el inicio mismo del gran premio.
Es evidente que el nuevo modelo no está a la altura de lo esperado, como ha quedado demostrado en las dos fechas disputadas. En Ferrari ya lo habían previsto antes del inicio del campeonato, avisando que tenían en marcha varias actualizaciones para tratar de mejorar la performance de sus autos. Incluso, algunas de esas actualizaciones se utilizaron ayer en Estiria, pero el incidente entre sus pilotos puede haber sido quizás mucho más preocupante que el accionar de los bólidos.
Ya la semana anterior, en el Gran Premio de Austria, habían quedado de manifiesto los problemas con los autos, porque Vettel no pudo ingresar a la Qualy 3, mientras que Leclerc largaba desde el séptimo lugar. En base a su talento y favorecido por abandonos y retrasos de sus rivales, sorpresivamente Leclerc consiguió terminar en la segunda posición, algo casi impensado para la actualidad de Ferrari.
Este sábado fue Leclerc el que no entró en la última tanda de clasificación, mientras Vettel clasificó en el décimo lugar.
Para el gran premio, por estar penalizado, Leclerc largó desde el casillero 14 de la grilla y al llegar a la tercera curva intentó superar por adentro a Vettel pero no había lugar, por lo que el golpe, cuyo responsable directo fue Leclerc, fue inevitable, con pésimas consecuencias para ambos y, por supuesto, también para el equipo, que está atravesando una patética racha.
Haciendo memoria, cuando estaba finalizando la temporada 2018 y se rumoreaba que Kimi Raikkonen iba a alejarse de Ferrari y que su lugar iba a ser ocupado por Leclerc, Vettel no dudó en mostrarse contrario a ese cambio, dejando en claro que prefería seguir teniendo como compañero de equipo al finlandés, en lugar de aceptar la llegada del joven monegasco.
Y los hechos le han dado la razón al tetra campeón del mundo.
Ya en la primera fecha de 2019, apenas iniciada la carrera en Australia, Leclerc (que debutaba en Ferrari) intentó superar a Vettel, quien no dudó en cerrarle el paso, produciéndose un leve toque entre ambos autos, que pudo tener pésimas consecuencias. En las vueltas finales de la carrera, sabiendo que tenía un auto en mejores condiciones que su compañero de equipo, Leclerc pidió permiso a los boxes para superar a Vettel, pero el equipo se lo negó, por lo que finalmente el alemán se quedó con el cuarto lugar y el monegasco tuvo que conformarse con la quinta posición. De todas maneras, en ese momento ya quedó bien claro que Leclerc estaba mostrando que podía superar a Vettel y que pretendía lograrlo sin tener en cuenta ni importarle los destacados antecedentes de su nuevo compañero de equipo.
A lo largo del año se fueron sucediendo diversos incidentes entre ambos, que fueron complicando el ambiente interno en el seno de la escudería italiana.
Y el primer gran encontronazo entre ambos fue el año pasado en el Gran Premio de Brasil, cuando, a seis vueltas del final, Vettel (que iba quinto) intentó superar a Leclerc (que estaba cuarto) en plena recta del circuito paulista.
La rueda trasera izquierda del auto del alemán tocó la rueda delantera derecha del vehículo del monegasco, provocándole importantes daños que lo dejaron fuera de carrera. Pero además, el neumático de Vettel también se rompió, por lo que terminó abandonando poco después.
O sea que, como bien puede apreciarse, la rivalidad entre ambos pilotos ferraristas no es nada nuevo y el incidente ocurrido ayer vuelve a demostrarlo, debiendo tenerse en cuenta, además, un elemento que no puede pasar desapercibido: al final del año pasado, Leclerc renovó su contrato con Ferrari hasta 2024, mientras que pocos días antes del inicio de este campeonato quedó confirmado el alejamiento de Vettel al final de esta temporada.
