El fabricante californiano de vehículos eléctricos Tesla anunció duras medidas económicas, que incluyen el despido de cientos de trabajadores, al tiempo que informó que serán menores a lo esperado los beneficios correspondientes al cuarto trimestre de 2018, contrariamente a lo que se había pensado.
En el tercer trimestre del año pasado los beneficios alcanzaron la cifra de 311,5 millones de dólares. Esa fue la tercera vez en los 15 años de historia de la compañía, que la promesa de Elon Musk de hacerla rentable, se cumplió.
Esta medida tomada ahora por Tesla provocó que las acciones bajaran un 12.97% en Wall Street en el curso del pasado viernes.
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La empresa no reveló el número exacto de los trabajadores que serán despedidos, pero se estima que la cifra será de alrededor del 7% de una plantilla que al comienzo del año 2017 contaba con más de 37.500 funcionarios.
A fines de 2017 Tesla había despedido casi un millar de funcionarios, mientras que a mitad del año pasado también fueron despedidos cerca de 4.000 trabajadores, lo que en ese momento correspondió a un 9% de la plantilla de la compañía automotriz.
Con estas duras medidas, Tesla busca mejorar su rentabilidad, despidiendo a todos los empleados que se consideran superfluos, manteniendo solamente a los más indispensables. Mientras tanto, los problemas con su Model 3 siguen vigentes y la marca lucha por poder cumplir con los compromisos pactados, intentando lograr que el nuevo modelo produzca la rentabilidad esperada, especialmente por intermedio de sus versiones más básicas.
